/ lunes 26 de abril de 2021

Entre tribunales e imposiciones, se desarrolla el proceso electoral

Un proceso electoral inédito se está escribiendo en Guerrero, en donde las protestas se avivan por imposición de candidatos y de los ocho aspirantes a la gubernatura, uno pende de un hilo y podría no participar en el proceso electoral.

Las elecciones intermedias representan un verdadero reto para el órgano electoral, en virtud que, tendrá que calificar la renovación de la gubernatura del estado, los 81 ayuntamientos y el Congreso de Guerrero, así como los 9 Distritos Federales.

Sin embargo, la alarma la hizo sonar el senador con licencia, Félix Salgado Macedonio, después que el Instituto Nacional Electoral (INE), le retiró la candidatura por no presentar su reporte de gastos de su precampaña y tuvo que impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en donde resolvieron devolver el caso nuevamente al INE.

Al margen que tenga razón o no su protesta, pues exige se le regrese la candidatura o amenaza con impedir que se realice el proceso electoral, es, a mi juicio, sumamente grave y delicado.

Y le explico querido lector, en nuestro país existen las instituciones y leyes, que son las instancias a las que debe recurrir, sin caer en los dislates y amenazar con coartar el legítimo derecho de más de dos millones de guerrerenses, que tienen derecho a votar y ser votados.

Sin embargo el militante de Movimiento de Regeneración Nacional, Salgado Macedonio, reclama ese sagrado derecho, pero en su arenga política denosta al árbitro de la contienda y se olvida que la ley no es un traje a la medida.

Ha puesto, pues, en tela de duda su probidad y se ha convertido en una amenaza para la paz de un estado que arrastra antecedentes de violencia, que le ha ganado la fama del Guerrero bronco.

Por otro lado, se avizora otro problema de descontento social, principalmente, en las filas de Morena, en donde cientos de ciudadanos se inscribieron para ser tomados en cuenta en el proceso interno y alcanzar un espacios para ocupar una candidatura a los diversos cargos de elección popular.

Sin embargo, al final acusan que hubo imposición de candidatos y hay amenazas, que van desde el voto de castigo hasta de la movilización, que hará que se convierta este estado suriano en una bomba de tiempo.

¿O usted qué opina querido lector?

Un proceso electoral inédito se está escribiendo en Guerrero, en donde las protestas se avivan por imposición de candidatos y de los ocho aspirantes a la gubernatura, uno pende de un hilo y podría no participar en el proceso electoral.

Las elecciones intermedias representan un verdadero reto para el órgano electoral, en virtud que, tendrá que calificar la renovación de la gubernatura del estado, los 81 ayuntamientos y el Congreso de Guerrero, así como los 9 Distritos Federales.

Sin embargo, la alarma la hizo sonar el senador con licencia, Félix Salgado Macedonio, después que el Instituto Nacional Electoral (INE), le retiró la candidatura por no presentar su reporte de gastos de su precampaña y tuvo que impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en donde resolvieron devolver el caso nuevamente al INE.

Al margen que tenga razón o no su protesta, pues exige se le regrese la candidatura o amenaza con impedir que se realice el proceso electoral, es, a mi juicio, sumamente grave y delicado.

Y le explico querido lector, en nuestro país existen las instituciones y leyes, que son las instancias a las que debe recurrir, sin caer en los dislates y amenazar con coartar el legítimo derecho de más de dos millones de guerrerenses, que tienen derecho a votar y ser votados.

Sin embargo el militante de Movimiento de Regeneración Nacional, Salgado Macedonio, reclama ese sagrado derecho, pero en su arenga política denosta al árbitro de la contienda y se olvida que la ley no es un traje a la medida.

Ha puesto, pues, en tela de duda su probidad y se ha convertido en una amenaza para la paz de un estado que arrastra antecedentes de violencia, que le ha ganado la fama del Guerrero bronco.

Por otro lado, se avizora otro problema de descontento social, principalmente, en las filas de Morena, en donde cientos de ciudadanos se inscribieron para ser tomados en cuenta en el proceso interno y alcanzar un espacios para ocupar una candidatura a los diversos cargos de elección popular.

Sin embargo, al final acusan que hubo imposición de candidatos y hay amenazas, que van desde el voto de castigo hasta de la movilización, que hará que se convierta este estado suriano en una bomba de tiempo.

¿O usted qué opina querido lector?