/ viernes 28 de enero de 2022

El testamento político

El presidente de la República, Andrés López, en un mensaje audiovisual manifestó: “Yo tengo un testamento político, no puedo dejar un país en un proceso de transformación, no puedo actuar, por responsabilidad, además con estos antecedentes del infarto, la hipertensión, mi trabajo que es intenso, sin tener en cuenta la posibilidad de una perdida de mi vida, ¿cómo queda el país? Tiene que garantizarse la gobernabilidad, entonces tengo un testamento para eso”.

Con esta declaración el señor López demuestra que ignora el contenido del artículo 84 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos -que prevé lo que debe hacerse en caso de falta absoluta del titular del Ejecutivo- o de plano cree que está por encima de cualquier norma jurídico; porque el señor protestó cumplir y hacer cumplir la ley, y ésta no menciona nada acerca de “testamento político”. Hay que recordar que en Derecho Público los servidores públicos solo pueden hacer aquello que la norma autoriza expresamente; a diferencia del Derecho Privado, en que cualquier persona puede hacer todo aquello que la norma no se lo prohíba. Ser gobernante no significa ser monarca. Esta es una república democrática, no una monarquía en la que el soberano decida quién lo sucederá. A menos que el señor López crea que tiene escriturado el país y sus instituciones y puede hacer lo que le venga en gana, porque son de su propiedad. Por ello los ciudadanos debemos estar atentos para defender las instituciones autónomas que pretenden desaparecer un ánimo autocrático con aspiraciones dictatoriales.

El presidente de la República, Andrés López, en un mensaje audiovisual manifestó: “Yo tengo un testamento político, no puedo dejar un país en un proceso de transformación, no puedo actuar, por responsabilidad, además con estos antecedentes del infarto, la hipertensión, mi trabajo que es intenso, sin tener en cuenta la posibilidad de una perdida de mi vida, ¿cómo queda el país? Tiene que garantizarse la gobernabilidad, entonces tengo un testamento para eso”.

Con esta declaración el señor López demuestra que ignora el contenido del artículo 84 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos -que prevé lo que debe hacerse en caso de falta absoluta del titular del Ejecutivo- o de plano cree que está por encima de cualquier norma jurídico; porque el señor protestó cumplir y hacer cumplir la ley, y ésta no menciona nada acerca de “testamento político”. Hay que recordar que en Derecho Público los servidores públicos solo pueden hacer aquello que la norma autoriza expresamente; a diferencia del Derecho Privado, en que cualquier persona puede hacer todo aquello que la norma no se lo prohíba. Ser gobernante no significa ser monarca. Esta es una república democrática, no una monarquía en la que el soberano decida quién lo sucederá. A menos que el señor López crea que tiene escriturado el país y sus instituciones y puede hacer lo que le venga en gana, porque son de su propiedad. Por ello los ciudadanos debemos estar atentos para defender las instituciones autónomas que pretenden desaparecer un ánimo autocrático con aspiraciones dictatoriales.