/ viernes 21 de enero de 2022

El PRI en Guerrero... Las Cosas de la Política

La Política debe contemplar la sapiencia, la prudencia y la tolerancia, en respeto a la militancia.

Los votos de la pasada elección son de la militancia en su conjunto, no de un solo nombre, son de la participación de todos, hablar de traiciones y de acuerdos de entrega, es no reconocer el voto de quienes simpatizan y militan en el Revolucionario Institucional, las derrotas deben de ser para fortalecer y buscar volver a gobernar.

Cada uno de los que aspiran a la Dirigencia Estatal deben de autocalificarse y sincerarse, quien ha estado en el PRI de manera permanente, quien ha usado las lealtades para justificar apoyar a siglas diferentes, quien viene de otra opción u opciones partidarias y quienes simplemente han medrado con el partido y ahora también quieren levantar la mano.

La forma es fondo y en ese sentido hay que comentar la participación de Ángel Aguirre al reunirse con Alejandro Bravo, acompañado del Dirigente del PRD en el Estado, Aguirre y su corriente IPG demuestran que aunque "progresista" le gana su corazón priista, en la Dirigencia Nacional que encabeza Alito Moreno están más interesados en el proceso electoral de este año, en la elección de 6 gubernaturas y eso puede hacer que en lugar de abrir un proceso por la dirigencia en Guerrero, manden o nombren a un delegado con funciones de Presidente, que le restaría legitimidad y hasta credibilidad con la militancia.

Los dimes y diretes, los mensajes vía redes y medios no abonan a la unidad, las mantas evidencian a un grupo y dan una imagen equivocada de quien dicen defender o apoyar, las encuestas en Facebook o chats de mensajería son mera propaganda al aire, quienes les hablan al oído utilizan la perversidad de quien los escucha, los insultos y las acusaciones de traiciones y entrega de la gubernatura, no muestran la autocrítica, ni los errores propios, se busca justificar en lugar de rectificar, de estigmatizar y no conciliar, como quiere alguien ser dirigente sin buscar la unidad, el consenso y el respeto a los simpatizantes, de otros liderazgos y a la militancia misma.

En Guerrero hay suficiente territorio político electoral, como para que todos, TODOS, se pongan de acuerdo, todos caben, todos son necesarios, todos participan, son 7 regiones, 9 distritos federales, 28 locales, 81 municipios, síndicos, regidores, hay 2 senadurías, y las tan socorridas y peleadas plurinominales, solo tienen que demostrar trabajo y liderazgo político en territorio, no de dichos, si no de hechos.

El PRI en Guerrero debe buscar seguir adelante y sobre todo resurgir o de plano se va a su extinción, no hay lugar para pleitos internos, no se debe de olvidar a la militancia, esa que ahora debe de ser parte activa del debate y participar en la toma de decisiones de la que será su dirigencia, la selección del dirigente debe de ser abierta y de consenso entre todas las "corrientes" o como se les quiera llamar, pero con respeto y participación de los militantes.

Hay dos nombres que encabezan la búsqueda de la dirigencia, uno Mario Moreno Arcos está obligado a demostrar con su actitud y llamar a sus "cercanos" a la serenidad porque fue aspirante y candidato a gobernar Guerrero, Alejandro Bravo a mostrar prudencia, sapiencia y tolerancia política, ante lo que es el peor ejemplo de hacer política al descalificar o insultar al adversario.

Los liderazgos conformados por Héctor Astudillo, Manuel Añorve, Rubén Figueroa, deben de ponerse de acuerdo, deben de mandar mensajes a sus correligionarios para ver el rumbo a seguir, nadie sobra, todos faltan, debe de haber suma en lugar de división que reste, el territorio es vasto, hay mucha militancia, liderazgos medios a tomar en cuenta, jóvenes que quieren aprender y participar, en sus manos y su decisión está el destino, no de la Dirigencia, si no del PRI y su militancia. Porque no decirlo y de Guerrero.

La Política debe contemplar la sapiencia, la prudencia y la tolerancia, en respeto a la militancia.

Los votos de la pasada elección son de la militancia en su conjunto, no de un solo nombre, son de la participación de todos, hablar de traiciones y de acuerdos de entrega, es no reconocer el voto de quienes simpatizan y militan en el Revolucionario Institucional, las derrotas deben de ser para fortalecer y buscar volver a gobernar.

Cada uno de los que aspiran a la Dirigencia Estatal deben de autocalificarse y sincerarse, quien ha estado en el PRI de manera permanente, quien ha usado las lealtades para justificar apoyar a siglas diferentes, quien viene de otra opción u opciones partidarias y quienes simplemente han medrado con el partido y ahora también quieren levantar la mano.

La forma es fondo y en ese sentido hay que comentar la participación de Ángel Aguirre al reunirse con Alejandro Bravo, acompañado del Dirigente del PRD en el Estado, Aguirre y su corriente IPG demuestran que aunque "progresista" le gana su corazón priista, en la Dirigencia Nacional que encabeza Alito Moreno están más interesados en el proceso electoral de este año, en la elección de 6 gubernaturas y eso puede hacer que en lugar de abrir un proceso por la dirigencia en Guerrero, manden o nombren a un delegado con funciones de Presidente, que le restaría legitimidad y hasta credibilidad con la militancia.

Los dimes y diretes, los mensajes vía redes y medios no abonan a la unidad, las mantas evidencian a un grupo y dan una imagen equivocada de quien dicen defender o apoyar, las encuestas en Facebook o chats de mensajería son mera propaganda al aire, quienes les hablan al oído utilizan la perversidad de quien los escucha, los insultos y las acusaciones de traiciones y entrega de la gubernatura, no muestran la autocrítica, ni los errores propios, se busca justificar en lugar de rectificar, de estigmatizar y no conciliar, como quiere alguien ser dirigente sin buscar la unidad, el consenso y el respeto a los simpatizantes, de otros liderazgos y a la militancia misma.

En Guerrero hay suficiente territorio político electoral, como para que todos, TODOS, se pongan de acuerdo, todos caben, todos son necesarios, todos participan, son 7 regiones, 9 distritos federales, 28 locales, 81 municipios, síndicos, regidores, hay 2 senadurías, y las tan socorridas y peleadas plurinominales, solo tienen que demostrar trabajo y liderazgo político en territorio, no de dichos, si no de hechos.

El PRI en Guerrero debe buscar seguir adelante y sobre todo resurgir o de plano se va a su extinción, no hay lugar para pleitos internos, no se debe de olvidar a la militancia, esa que ahora debe de ser parte activa del debate y participar en la toma de decisiones de la que será su dirigencia, la selección del dirigente debe de ser abierta y de consenso entre todas las "corrientes" o como se les quiera llamar, pero con respeto y participación de los militantes.

Hay dos nombres que encabezan la búsqueda de la dirigencia, uno Mario Moreno Arcos está obligado a demostrar con su actitud y llamar a sus "cercanos" a la serenidad porque fue aspirante y candidato a gobernar Guerrero, Alejandro Bravo a mostrar prudencia, sapiencia y tolerancia política, ante lo que es el peor ejemplo de hacer política al descalificar o insultar al adversario.

Los liderazgos conformados por Héctor Astudillo, Manuel Añorve, Rubén Figueroa, deben de ponerse de acuerdo, deben de mandar mensajes a sus correligionarios para ver el rumbo a seguir, nadie sobra, todos faltan, debe de haber suma en lugar de división que reste, el territorio es vasto, hay mucha militancia, liderazgos medios a tomar en cuenta, jóvenes que quieren aprender y participar, en sus manos y su decisión está el destino, no de la Dirigencia, si no del PRI y su militancia. Porque no decirlo y de Guerrero.