/ viernes 30 de abril de 2021

El índice de rezago social

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) acaba de publicar el Índice de Rezago Social en México durante 2020, donde Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla son los estados más rezagados. La publicación apunta: “La estimación de los indicadores del IRS están asociados a algunas de las dimensiones de la medición multidimensional de la pobreza establecidas en el artículo 36 de la Ley General de Desarrollo Social (LGDS), como rezago educativo, acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda, y servicios básicos en la vivienda, adicionalmente se incorpora la dimensión de activos en el hogar.” En esta misma estadística, aparece Cochoapa el Grande entre los diez municipios con el más alto grado de rezago social. Datos del Consejo Nacional de Población, CONAPO, establecen que nuestra entidad federativa tiene un grado de desarrollo “Medio Alto”; sin embargo, el lugar que ocupa en el concierto nacional de desarrollo humano es el 30 (antepenúltimo).

Dos cosas: primero, habrá que contrastar estos y otros datos como producto interno bruto per cápita, inversiones, alfabetización, empleo, crecimiento económico, entre otros, con lo que fue escrito en el Plan Estatal de Desarrollo y los resultados alcanzados, para medir el grado de eficiencia y/o eficacia de esta administración. Segundo, los partidos políticos no postulan ningún plan, programas y acciones para solucionar o abatir el rezago social. Si se va a seguir dependiendo de las participaciones de la Federación, van a seguir imperando las mismas condiciones económicas y sociales. No se puede pensar que habrá un resultado distinto si estamos empeñados en repetir las mismas acciones. Me gustaría conocer propuestas -no ocurrencias ni buenas intenciones- de cómo se impulsará a los sectores primario, secundario y terciario de nuestra economía regional; de cómo se atraerá inversión, que crea empresa, ésta genera empleos, éstos producen bienes y servicios, de los cuales se obtienen ingresos (para pago de salarios, impuestos, etcétera).

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) acaba de publicar el Índice de Rezago Social en México durante 2020, donde Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla son los estados más rezagados. La publicación apunta: “La estimación de los indicadores del IRS están asociados a algunas de las dimensiones de la medición multidimensional de la pobreza establecidas en el artículo 36 de la Ley General de Desarrollo Social (LGDS), como rezago educativo, acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda, y servicios básicos en la vivienda, adicionalmente se incorpora la dimensión de activos en el hogar.” En esta misma estadística, aparece Cochoapa el Grande entre los diez municipios con el más alto grado de rezago social. Datos del Consejo Nacional de Población, CONAPO, establecen que nuestra entidad federativa tiene un grado de desarrollo “Medio Alto”; sin embargo, el lugar que ocupa en el concierto nacional de desarrollo humano es el 30 (antepenúltimo).

Dos cosas: primero, habrá que contrastar estos y otros datos como producto interno bruto per cápita, inversiones, alfabetización, empleo, crecimiento económico, entre otros, con lo que fue escrito en el Plan Estatal de Desarrollo y los resultados alcanzados, para medir el grado de eficiencia y/o eficacia de esta administración. Segundo, los partidos políticos no postulan ningún plan, programas y acciones para solucionar o abatir el rezago social. Si se va a seguir dependiendo de las participaciones de la Federación, van a seguir imperando las mismas condiciones económicas y sociales. No se puede pensar que habrá un resultado distinto si estamos empeñados en repetir las mismas acciones. Me gustaría conocer propuestas -no ocurrencias ni buenas intenciones- de cómo se impulsará a los sectores primario, secundario y terciario de nuestra economía regional; de cómo se atraerá inversión, que crea empresa, ésta genera empleos, éstos producen bienes y servicios, de los cuales se obtienen ingresos (para pago de salarios, impuestos, etcétera).