Recientemente, asistí al Senado de la República al Foro Regulación de la amapola: retos y perspectivas; convocado por el Instituto Belisario Domínguez, por supuesto, de gran interés por la problemática que representa a nivel nacional.
Destacó la presencia de todos los coordinadores de las fracciones parlamentarias (Morena, PAN, PRi, PRD, PVEM y MC); lo que significa en una interpretación política, el consenso en abrir el debate, considerado hasta hace poco tiempo como un “tema tabú”.
Las participaciones de 15 expertos de nacionalidad británica, estadounidense, española y mexicana, fueron extraordinarias y de fondo en temas específicos: la regulación de la amapola para usos medicinales y científicos; la experiencia internacional en foros multilaterales; los casos se Turquia y España; el cultivo en México y sus antecedentes históricos; los resultados de la prohibición y la situación actual; las consecuencias de la legalización del cultivo y sus efectos en diversos ámbitos; la producción de amapola en México, así como las opciones y razones para regular; la metadona, medicamento alternativo para adictos, el marco jurídico indispensable; las iniciativas de Ley, la problemática sociológica y social, las políticas públicas necesarias y la experiencia del gobierno de los Estados Unidos de América, ante el reto del consumo en la sociedad norteamericana.
Es importante recordar que el tema a nivel nacional lo puso en la mesa de discusión el Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, ante el enorme reto que enfrenta el estado y la federación; posteriormente, en la legislatura local pasada, el ex diputado Ricardo Mejía Berdeja (MC) presentó una iniciativa turnada a comisiones.
En octubre pasado, ya en el primer periodo ordinario de sesiones del Senado de la República, el senador Manuel Añorve Baños, amplía y enriquece la iniciativa, misma que presenta al pleno, y se turna a comisiones para su análisis y dictamen.
El haber escuchado a los ponentes nacionales y extranjeros resultó sumamente enriquecedor, ante el desconocimiento, conocimiento limitado o empírico del tema que la mayoría tenemos, ya que es necesario se continúe abriendo el debate, como seguramente se hará en Parlamento Abierto y foros regionales que necesariamente tendrán que realizarse para legitimar la iniciativa de Ley.
Por supuesto que estaremos atentos a la convocatoria para seguir de cerca la socialización y el cabildeo necesarios para tener a corto plazo una Ley aprobada por consenso que incorpore sus respectivas leyes secundarias. El reto no es fácil, pero ya están dados los primeros pasos.
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.
