/ viernes 19 de febrero de 2021

El cambio climático ya se resiente

Mucho se habló en el pasado del cambio climático, que llegaría hasta a alterar los ciclos de la naturaleza e incluso se llegaron a crear organismos como el Acuerdo de París, que estudian y elaboran normas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero para evitar en lo posible el aumento en la temperatura ambiental, que afectarían a los distintos ecosistemas y los fenómenos naturales que resentiremos y que serán más intensos.

Actualmente las lluvias son escasas, pero de un gran caudal de agua que inunda las ciudades y desborda ríos y presas. Ejemplo de lo anterior lo vimos en Tabasco. Los huracanes que azotan a los municipios costeros llegan con más velocidad y se registran de intensidad 4 y 5. Las sequías y la desertificación, sobretodo en el norte del país, va en aumento.Las altas temperaturas cada día son más normales, con las consecuencias de pérdida de sembradíos y ganado.

El frío también registra nueva graduación a la baja. Los temblores son más intensos cada vez, alcanzando calificaciones de 5 y 6 en las distintas escalas que los registran.

El petróleo pronto se acabará y de no voltear a las fuentes alternas como la eólica y la solar, pues nos quedaremos en la oscuridad y paralizados industrialmente.

Por otro lado, el agua es otro gran reto que se tiene que afrontar. Mexico no tiene grandes y caudalosos ríos que puedan surtir del vital líquido a más de 120 millones de personas anualmente, y a eso le agregamos laque se utiliza en la industria y en el riego del campo, pues simplemente no dan los números. En otras palabras, o nos aplicamos en este tema o se morirán de sed los que sobrevivan al Covid 19.

Se dice que las futuras guerras serán por agua y creo que es verdad. ¿Qué hemos hecho en Mexico para ahorrar agua?

Los ríos y arroyos están contaminados con los químicos que la industria vierte en ellos. En Coahuila la industria de la mezclilla pintó de azul las aguas de los ríos. La situación del norte del país es alarmante. Allá no llueve mucho y una gota de agua es oro para su cosecha y ganado. Las presas están por debajo de la mitad y no es suficiente para surtir de agua a todos los sembradíos y terrenos ganaderos.

La Comisión Nacional del Agua se ha quedado con su papel de cobrador de agua a los particulares, pero poco hace para gestionar políticas públicas que nos lleven a ahorrar, guardar y limpiar los cauces de los ríos y barrancas (para que no se contaminen con desechos humanos).

Es imperioso generar una cultura de respeto y amor al agua desde la infancia. Desarrollar una industria ahorradora del vital líquido.Penalizar con multas y arrestos a quienes contaminen los ríos y arroyos.Construir con o sin el permiso de ejidatarios y comuneros presas para guardar y administrar mejor el agua a las poblaciones. Incentivar a los empresarios a que inviertan en plantas tratadoras de agua para su propio consumo, reciclando el vital líquido.

Ya estamos resintiendo la desesperación en los pueblos que viven de la siembra y del ganado por las cada vez más recurrentes sequías y la mala distribución del agua del Río Bravo con los Estados Unidos que ya suma dos muertos en esta administración federal.

En resumen, o nos aplicamos en los temas ambientales y se le aporta recursos económicos, tecnológicos y humanos, o no habrá futuro para las siguientes generaciones de mexicanos.

Mucho se habló en el pasado del cambio climático, que llegaría hasta a alterar los ciclos de la naturaleza e incluso se llegaron a crear organismos como el Acuerdo de París, que estudian y elaboran normas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero para evitar en lo posible el aumento en la temperatura ambiental, que afectarían a los distintos ecosistemas y los fenómenos naturales que resentiremos y que serán más intensos.

Actualmente las lluvias son escasas, pero de un gran caudal de agua que inunda las ciudades y desborda ríos y presas. Ejemplo de lo anterior lo vimos en Tabasco. Los huracanes que azotan a los municipios costeros llegan con más velocidad y se registran de intensidad 4 y 5. Las sequías y la desertificación, sobretodo en el norte del país, va en aumento.Las altas temperaturas cada día son más normales, con las consecuencias de pérdida de sembradíos y ganado.

El frío también registra nueva graduación a la baja. Los temblores son más intensos cada vez, alcanzando calificaciones de 5 y 6 en las distintas escalas que los registran.

El petróleo pronto se acabará y de no voltear a las fuentes alternas como la eólica y la solar, pues nos quedaremos en la oscuridad y paralizados industrialmente.

Por otro lado, el agua es otro gran reto que se tiene que afrontar. Mexico no tiene grandes y caudalosos ríos que puedan surtir del vital líquido a más de 120 millones de personas anualmente, y a eso le agregamos laque se utiliza en la industria y en el riego del campo, pues simplemente no dan los números. En otras palabras, o nos aplicamos en este tema o se morirán de sed los que sobrevivan al Covid 19.

Se dice que las futuras guerras serán por agua y creo que es verdad. ¿Qué hemos hecho en Mexico para ahorrar agua?

Los ríos y arroyos están contaminados con los químicos que la industria vierte en ellos. En Coahuila la industria de la mezclilla pintó de azul las aguas de los ríos. La situación del norte del país es alarmante. Allá no llueve mucho y una gota de agua es oro para su cosecha y ganado. Las presas están por debajo de la mitad y no es suficiente para surtir de agua a todos los sembradíos y terrenos ganaderos.

La Comisión Nacional del Agua se ha quedado con su papel de cobrador de agua a los particulares, pero poco hace para gestionar políticas públicas que nos lleven a ahorrar, guardar y limpiar los cauces de los ríos y barrancas (para que no se contaminen con desechos humanos).

Es imperioso generar una cultura de respeto y amor al agua desde la infancia. Desarrollar una industria ahorradora del vital líquido.Penalizar con multas y arrestos a quienes contaminen los ríos y arroyos.Construir con o sin el permiso de ejidatarios y comuneros presas para guardar y administrar mejor el agua a las poblaciones. Incentivar a los empresarios a que inviertan en plantas tratadoras de agua para su propio consumo, reciclando el vital líquido.

Ya estamos resintiendo la desesperación en los pueblos que viven de la siembra y del ganado por las cada vez más recurrentes sequías y la mala distribución del agua del Río Bravo con los Estados Unidos que ya suma dos muertos en esta administración federal.

En resumen, o nos aplicamos en los temas ambientales y se le aporta recursos económicos, tecnológicos y humanos, o no habrá futuro para las siguientes generaciones de mexicanos.