/ jueves 1 de julio de 2021

El amparo para exigir medicamentos

Con tristeza y dolor veo en las noticias a padres y familiares de enfermos con cáncer que protestan y bloquean avenidas en busca de que alguien les haga caso ante la desesperada situación que están viviendo por la falta de medicamentos oncológicos, tanto para niños como para adultos. En verdad que todo esto mueve las entrañas del más bragado. Los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de este terrible mal son en verdad sumamente caros, por lo que sólo personas millonarias pueden pagarlos para tener una esperanza de vida digna. Los padres y familiares de niños, jóvenes y adultos que no cuentan con recursos económicos altos, se tienen que acoger a las instituciones gubernamentales de salud, en donde, en teoría, se supone que les van a dar el tratamiento gratis o a un precio accesible a sus posibilidades económicas, pero lamentablemente esto no es así. Las causas por las que no hay el medicamento pueden ser variadas, pero no justificadas; me explico: Si fuera por escasez de recursos económicos, el gobierno debería dejar de pagar gastos superfluos que todos conocemos y que en esta ocasión me reservo para no politizar el comentario. Peor aún, no se vale que el Dr. Gatell tire la piedra a algunos padres que son los que se manifiestan a quienes los señala como sólo 20 padres de quienes sospecha que son manipulados y pagados por políticos, empresarios etc. Tampoco se vale que a estas personas desesperadas se les esté dando atole con el dedo diciéndoles que para tal fecha tendrán el medicamento y nomás no llega. Pero no todo está perdido, ya que el derecho siempre habla (Ius Semper loquitur ) y en este caso, el amparo es el último recurso que se tiene en contra de estas omisiones gubernamentales, por llamarles de alguna manera. Pues bien, existe jurisprudencia visible en el amparo en revisión 378/2014 en el que se señala la justiciabilidad del derecho a la salud en México, en el que se impone al estado mexicano, por una parte, una obligación inmediata de asegurar a las personas, al menos, un nivel esencial del derecho al disfrute del más alto nivel posible a la salud y por otra, una de cumplimiento progresivo, consistente en lograr su pleno ejercicio hasta el máximo de los recursos que disponga. No le es dable al estado el señalar falta de recursos; sino que debe demostrarlo, además de acreditar todos los esfuerzos posibles para utilizar los recursos que están a su disposición para lograr ese objetivo. Lamentablemente el amparo sólo protege a quien lo promueve y en el caso concreto a quien tiene dinero para pagar a un buen abogado. Pero, también aquí hay solución. Existen los defensores de oficio que tienen la obligación de velar por los intereses de las personas que acuden en demanda de sus servicios, que además deben ser gratuitos. Así pues, los familiares de pacientes que padecen alguna enfermedad y que requieren medicamentos tienen una solución que además es rápida por el hecho de que no se puede detener el tratamiento para los enfermos. Espero con esto haberles servido.

Con tristeza y dolor veo en las noticias a padres y familiares de enfermos con cáncer que protestan y bloquean avenidas en busca de que alguien les haga caso ante la desesperada situación que están viviendo por la falta de medicamentos oncológicos, tanto para niños como para adultos. En verdad que todo esto mueve las entrañas del más bragado. Los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de este terrible mal son en verdad sumamente caros, por lo que sólo personas millonarias pueden pagarlos para tener una esperanza de vida digna. Los padres y familiares de niños, jóvenes y adultos que no cuentan con recursos económicos altos, se tienen que acoger a las instituciones gubernamentales de salud, en donde, en teoría, se supone que les van a dar el tratamiento gratis o a un precio accesible a sus posibilidades económicas, pero lamentablemente esto no es así. Las causas por las que no hay el medicamento pueden ser variadas, pero no justificadas; me explico: Si fuera por escasez de recursos económicos, el gobierno debería dejar de pagar gastos superfluos que todos conocemos y que en esta ocasión me reservo para no politizar el comentario. Peor aún, no se vale que el Dr. Gatell tire la piedra a algunos padres que son los que se manifiestan a quienes los señala como sólo 20 padres de quienes sospecha que son manipulados y pagados por políticos, empresarios etc. Tampoco se vale que a estas personas desesperadas se les esté dando atole con el dedo diciéndoles que para tal fecha tendrán el medicamento y nomás no llega. Pero no todo está perdido, ya que el derecho siempre habla (Ius Semper loquitur ) y en este caso, el amparo es el último recurso que se tiene en contra de estas omisiones gubernamentales, por llamarles de alguna manera. Pues bien, existe jurisprudencia visible en el amparo en revisión 378/2014 en el que se señala la justiciabilidad del derecho a la salud en México, en el que se impone al estado mexicano, por una parte, una obligación inmediata de asegurar a las personas, al menos, un nivel esencial del derecho al disfrute del más alto nivel posible a la salud y por otra, una de cumplimiento progresivo, consistente en lograr su pleno ejercicio hasta el máximo de los recursos que disponga. No le es dable al estado el señalar falta de recursos; sino que debe demostrarlo, además de acreditar todos los esfuerzos posibles para utilizar los recursos que están a su disposición para lograr ese objetivo. Lamentablemente el amparo sólo protege a quien lo promueve y en el caso concreto a quien tiene dinero para pagar a un buen abogado. Pero, también aquí hay solución. Existen los defensores de oficio que tienen la obligación de velar por los intereses de las personas que acuden en demanda de sus servicios, que además deben ser gratuitos. Así pues, los familiares de pacientes que padecen alguna enfermedad y que requieren medicamentos tienen una solución que además es rápida por el hecho de que no se puede detener el tratamiento para los enfermos. Espero con esto haberles servido.