/ martes 6 de abril de 2021

Día Mundial de la Salud

En 1948, la comunidad internacional decidió proclamar el 7 de abril como el “Día Mundial de la Salud”, en atención a la fecha de fundación de la Organización Mundial de la Salud, con la necesidad de impulsar una conmemoración específica que generara conciencia sobre las enfermedades mortales que se presentan en el orbe y crear hábitos sanos en las personas.

Sin embargo, la crisis sanitaria más grave del último siglo arrojó un parteaguas en la forma de pensar y desarrollar las políticas de salud pública, pues la propagación del virus SARS-CoV-2 ha evidenciado las diferencias que poseen algunas personas para acceder a los servicios de salud; tratándose de grupos cuyos ingresos ni siquiera son suficientes para garantizar su alimentación, educación o vivienda.

Ello a pesar de que una de las finalidades primigenias que se han perseguido en las políticas de salud pública es que la salud, como derecho fundamental llegue a todos los rincones del planeta, posibilitando que los grupos vulnerables tengan acceso a una atención sanitaria digna y plena.

Aunado a lo anterior, ha sido una desafortunada realidad para nuestro país, que millones de mexicanos han perdido sus empleos, profundizando dicha situación debido a la irresponsabilidad con la que el gobierno federal en turno ha actuado, sin apoyar de fondo a la economía de las micro, pequeñas y medianas empresas; o a sectores de vital importancia para regiones de nuestro país, como lo es el turismo.

Hechos que aglutinados han ocasionado que el Covid-19 haya golpeado con mayor fortaleza a nuestro país; ya que mientras en otras naciones ha comenzado una reactivación integral y progresiva, en el caso de México no se vislumbra ninguna hoja de ruta clara, responsable ni adecuada.

Bajo esta tesitura, resalta que los procesos de vacunación han carecido de las medidas necesarias para su aplicación, así como la ausencia de mecanismos de vigilancia que no sólo revisen su integral y ordenada implementación, sino también que se sigan cuidados posteriores para la población.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud ha exhortado a los líderes políticos garantizar que todas las personas tengan condiciones de vida y de trabajo que favorezcan la buena salud, al tiempo de monitorear las desigualdades en la materia, a fin de que todas las personas puedan acceder a servicios de salud de calidad cuando y donde los necesiten. Y no sólo se tratan de demandas que provienen desde el panorama internacional, pues son millones los mexicanos que reclaman un golpe de timón en la conducción de la política económica y sanitaria del país.

Por tales motivos, en el marco del Día Mundial de la salud deben ser escuchadas y atendidas propuestas como: impulsar la creación de un grupo de trabajo bicameral que sume a autoridades de salubridad, especialistas, personal médico, académicos y sector privado, para revisar la estrategia de vacunación propuesta por el gobierno mexicano, emitir recomendaciones puntuales para fortalecerla y evaluarla permanentemente; integrara una comisión especial para evaluar el manejo gubernamental de la pandemia del Covid-19 desde una perspectiva de salud pública y seguridad nacional; así como llamar a comparecer a las autoridades sanitarias para revisar su desempeño y examinar sus posibles omisiones.

En 1948, la comunidad internacional decidió proclamar el 7 de abril como el “Día Mundial de la Salud”, en atención a la fecha de fundación de la Organización Mundial de la Salud, con la necesidad de impulsar una conmemoración específica que generara conciencia sobre las enfermedades mortales que se presentan en el orbe y crear hábitos sanos en las personas.

Sin embargo, la crisis sanitaria más grave del último siglo arrojó un parteaguas en la forma de pensar y desarrollar las políticas de salud pública, pues la propagación del virus SARS-CoV-2 ha evidenciado las diferencias que poseen algunas personas para acceder a los servicios de salud; tratándose de grupos cuyos ingresos ni siquiera son suficientes para garantizar su alimentación, educación o vivienda.

Ello a pesar de que una de las finalidades primigenias que se han perseguido en las políticas de salud pública es que la salud, como derecho fundamental llegue a todos los rincones del planeta, posibilitando que los grupos vulnerables tengan acceso a una atención sanitaria digna y plena.

Aunado a lo anterior, ha sido una desafortunada realidad para nuestro país, que millones de mexicanos han perdido sus empleos, profundizando dicha situación debido a la irresponsabilidad con la que el gobierno federal en turno ha actuado, sin apoyar de fondo a la economía de las micro, pequeñas y medianas empresas; o a sectores de vital importancia para regiones de nuestro país, como lo es el turismo.

Hechos que aglutinados han ocasionado que el Covid-19 haya golpeado con mayor fortaleza a nuestro país; ya que mientras en otras naciones ha comenzado una reactivación integral y progresiva, en el caso de México no se vislumbra ninguna hoja de ruta clara, responsable ni adecuada.

Bajo esta tesitura, resalta que los procesos de vacunación han carecido de las medidas necesarias para su aplicación, así como la ausencia de mecanismos de vigilancia que no sólo revisen su integral y ordenada implementación, sino también que se sigan cuidados posteriores para la población.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud ha exhortado a los líderes políticos garantizar que todas las personas tengan condiciones de vida y de trabajo que favorezcan la buena salud, al tiempo de monitorear las desigualdades en la materia, a fin de que todas las personas puedan acceder a servicios de salud de calidad cuando y donde los necesiten. Y no sólo se tratan de demandas que provienen desde el panorama internacional, pues son millones los mexicanos que reclaman un golpe de timón en la conducción de la política económica y sanitaria del país.

Por tales motivos, en el marco del Día Mundial de la salud deben ser escuchadas y atendidas propuestas como: impulsar la creación de un grupo de trabajo bicameral que sume a autoridades de salubridad, especialistas, personal médico, académicos y sector privado, para revisar la estrategia de vacunación propuesta por el gobierno mexicano, emitir recomendaciones puntuales para fortalecerla y evaluarla permanentemente; integrara una comisión especial para evaluar el manejo gubernamental de la pandemia del Covid-19 desde una perspectiva de salud pública y seguridad nacional; así como llamar a comparecer a las autoridades sanitarias para revisar su desempeño y examinar sus posibles omisiones.