/ lunes 26 de julio de 2021

"Deporte borrado en el país, y en Guerrero"

A propósito de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2021, que era 2020 y la pandemia por coronavirus detuvo en el fatídico años bisiesto que marcó al mundo, es alentador observar el resultado del entrenamiento a que se someten las y los atletas de los países participantes en distintas disciplinas. En el momento en que estamos en la incertidumbre del día a día, y donde la prospectiva de futuro cruza invariablemente por este tema, me pregunto: ¿qué hicieron las autoridades responsables del deporte para alentar al movimiento, aún en casa, en la más difícil crisis colectiva a que estamos aún sometidos?

Uno de los sectores por antonomasia que no paró actividades fue el de Salud. Uno más, con altas, bajas, cambios en las formas y con limitantes en las zonas rurales e indígenas, es el educativo, pero hizo parte de su tarea en la educación a distancia. Otro más que no suspendió los trabajos de obras como el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Cecilia, fue el de SCT, y otros que mantuvieron activas sus cuentas sociales fue cultura.

Las investigaciones señalan que el tema de covid-19 golpeó no solo el bolsillo de las y los mexicanos, solo por quedarnos en el país, que dejó desempleo, que mostró la vulnerabilidad de las mujeres que perdieron empleos, que tuvieron más carga de trabajo por el hogar y que, entre los temas que afectó a toda la familia fue el de salud mental, que orilló no solo al consumo de pastillas para dormir, o para relajarse, sino que mostró rasgos de violencia donde debiera campear la serenidad, el hogar.

¿Porque no hubo un programa de activación física al interior de los hogares mexicanos, dirigido a todos los sectores según sus propias condiciones de vivienda?

En la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, CONADE, el gobierno federal colocó a una destacada deportista, una medallista a la que seguimos en su trabajo profesional y de la que se esperó más en su vida como senadora y aún más en su vida laboral al frente de una dependencia donde debió mostrar no solo conocimiento en virtud de ser una deportista consumada, sino empatía por sus correligionarios para alcanzar más medallas.

Pero no, no resultó, o al menos no ha resultado como quisiéramos estuvieran las cosas en esa área. Las quejas sobre la forma ligada a la corrupción en la forma de administrar los recursos a los deportistas pesó tanto como los señalamientos de corrupción realizados en el periodo a su cargo que llevó a borrar a la CONADE y al deporte.

Y las casas están vacías de contenidos deportivos. La búsqueda del cambio de semáforo epidemiológico que permitiera salir a realizar alguna actividad deportiva fue tema hasta de salud, pero ésta se descuidó, se dejó pasar, y hasta vulneró la propia salud física de la niñez, la juventud, l@s adultos mayores, y hasta de l@s propios deportistas.

Igual que en el estado de Guerrero donde su titular, salvo la exhibición de sus logros, no hizo ninguna tarea que permita decir fue una contribución a favor de la sociedad guerrerense.

Así pues, la deuda con el país también está en el deporte, mismo que ha sido vapuleado, no comprendido, y hasta ignorado, y justo cuando podía enganchar con la sociedad, soltó el único vínculo que pudo ofrecer a las y los mexicanos, la oportunidad de una vida saludable no solo mental, sino física. Pero no hay mucho que hacer, sino seguir padeciéndolos. Surrealismo?

A propósito de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2021, que era 2020 y la pandemia por coronavirus detuvo en el fatídico años bisiesto que marcó al mundo, es alentador observar el resultado del entrenamiento a que se someten las y los atletas de los países participantes en distintas disciplinas. En el momento en que estamos en la incertidumbre del día a día, y donde la prospectiva de futuro cruza invariablemente por este tema, me pregunto: ¿qué hicieron las autoridades responsables del deporte para alentar al movimiento, aún en casa, en la más difícil crisis colectiva a que estamos aún sometidos?

Uno de los sectores por antonomasia que no paró actividades fue el de Salud. Uno más, con altas, bajas, cambios en las formas y con limitantes en las zonas rurales e indígenas, es el educativo, pero hizo parte de su tarea en la educación a distancia. Otro más que no suspendió los trabajos de obras como el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Cecilia, fue el de SCT, y otros que mantuvieron activas sus cuentas sociales fue cultura.

Las investigaciones señalan que el tema de covid-19 golpeó no solo el bolsillo de las y los mexicanos, solo por quedarnos en el país, que dejó desempleo, que mostró la vulnerabilidad de las mujeres que perdieron empleos, que tuvieron más carga de trabajo por el hogar y que, entre los temas que afectó a toda la familia fue el de salud mental, que orilló no solo al consumo de pastillas para dormir, o para relajarse, sino que mostró rasgos de violencia donde debiera campear la serenidad, el hogar.

¿Porque no hubo un programa de activación física al interior de los hogares mexicanos, dirigido a todos los sectores según sus propias condiciones de vivienda?

En la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, CONADE, el gobierno federal colocó a una destacada deportista, una medallista a la que seguimos en su trabajo profesional y de la que se esperó más en su vida como senadora y aún más en su vida laboral al frente de una dependencia donde debió mostrar no solo conocimiento en virtud de ser una deportista consumada, sino empatía por sus correligionarios para alcanzar más medallas.

Pero no, no resultó, o al menos no ha resultado como quisiéramos estuvieran las cosas en esa área. Las quejas sobre la forma ligada a la corrupción en la forma de administrar los recursos a los deportistas pesó tanto como los señalamientos de corrupción realizados en el periodo a su cargo que llevó a borrar a la CONADE y al deporte.

Y las casas están vacías de contenidos deportivos. La búsqueda del cambio de semáforo epidemiológico que permitiera salir a realizar alguna actividad deportiva fue tema hasta de salud, pero ésta se descuidó, se dejó pasar, y hasta vulneró la propia salud física de la niñez, la juventud, l@s adultos mayores, y hasta de l@s propios deportistas.

Igual que en el estado de Guerrero donde su titular, salvo la exhibición de sus logros, no hizo ninguna tarea que permita decir fue una contribución a favor de la sociedad guerrerense.

Así pues, la deuda con el país también está en el deporte, mismo que ha sido vapuleado, no comprendido, y hasta ignorado, y justo cuando podía enganchar con la sociedad, soltó el único vínculo que pudo ofrecer a las y los mexicanos, la oportunidad de una vida saludable no solo mental, sino física. Pero no hay mucho que hacer, sino seguir padeciéndolos. Surrealismo?