/ jueves 9 de mayo de 2019

Del Triunfo...

Un factor trascendental en la vida de los pueblos es lo que llamamos Patria. Tiene este concepto una gran variedad de connotaciones semánticas, sin embargo todos coincidimos en que es, grosso modo, una nación considerada como unidad histórica a la que sus naturales se sienten vinculados, según el Larousse.

Es el caso de que un día como el retropróximo 5 de Mayo pero de 1862, las tropas mexicanas vencieron, en una lucha sin igual, al ejército francés considerado entonces como uno de los mejores del mundo.

El asunto fue que después de la Independencia, la definición de qué tipo de gobierno queríamos como mexicanos se volvió una guerra civil, ya que se dividió el país; por un lado los conservadores (también centralistas) quienes querían seguir disfrutando de los privilegios que por 300 años usufructuaron y soñando con un imperio y por el otro los liberales (republicanos) quienes querían una república democrática. Esta guerra fratricida, sabemos, se prolongó por varios años; enojó enormemente a los conservadores los cuales, vengativos perdedores en estas luchas, decidieron crear “una comisión de personas relacionadas con el Partido político de los Conservadores de México y la Iglesia católica, a disgusto con el gobierno de Juárez y la Constitución de 1857 llegó en 1863 al Castillo de Miramar en Trieste, lugar de residencia de Fernando Maximiliano de Habsburgo y su esposa, Carlota de Bélgica. La comisión la encabezada por José María Gutiérrez de Estrada, y en compañía de Juan Nepomuceno Almonte (hijo natural del cura José María Morelos y Pavón, Francisco Javier Miranda y don José Manuel Hidalgo Esnaurrízar . “El 3 de Octubre de 1863 en el castillo de Miramar, los mexicanos ofrecieron la Corona de México al archiduque austriaco. Para convencerlo, la delegación argumentaba que el pueblo de México deseaba un príncipe europeo en el trono, y que el desacuerdo con el gobierno de la República era general.”

El ejército francés vino y fue derrotado en la Batalla de Puebla, estando al frente de las fuerzas mexicanas el General Don Ignacio Zaragoza, “…pero al año siguiente regresaron y tomaron la ciudad de Puebla, y finalmente con el apoyo de los conservadores mexicanos tomaron la ciudad de México .Benito Juárez, en ese entonces presidente constitucional, encabezó la lucha contra las tropas francesas, y en 1867 regresó a la Ciudad de México, habiendo derrotado a los conservadores”.

Cuando se lucha por un ideal y a favor de las causas mas sentidas de un pueblo, merecen ser reconocidos y honrados los próceres que lo lograron, pero cuando se lucha por intereses mezquinos y personales, solo se merecen el rechazo colectivo, como estos traidores, vende-patrias de la “comisión”, entre otros.¡ Loor! a Dn. Benito Juárez, a Ignacio Zaragoza y patriotas que lucharon con ellos. O usted, patriota lector ¿Qué opina?

Un factor trascendental en la vida de los pueblos es lo que llamamos Patria. Tiene este concepto una gran variedad de connotaciones semánticas, sin embargo todos coincidimos en que es, grosso modo, una nación considerada como unidad histórica a la que sus naturales se sienten vinculados, según el Larousse.

Es el caso de que un día como el retropróximo 5 de Mayo pero de 1862, las tropas mexicanas vencieron, en una lucha sin igual, al ejército francés considerado entonces como uno de los mejores del mundo.

El asunto fue que después de la Independencia, la definición de qué tipo de gobierno queríamos como mexicanos se volvió una guerra civil, ya que se dividió el país; por un lado los conservadores (también centralistas) quienes querían seguir disfrutando de los privilegios que por 300 años usufructuaron y soñando con un imperio y por el otro los liberales (republicanos) quienes querían una república democrática. Esta guerra fratricida, sabemos, se prolongó por varios años; enojó enormemente a los conservadores los cuales, vengativos perdedores en estas luchas, decidieron crear “una comisión de personas relacionadas con el Partido político de los Conservadores de México y la Iglesia católica, a disgusto con el gobierno de Juárez y la Constitución de 1857 llegó en 1863 al Castillo de Miramar en Trieste, lugar de residencia de Fernando Maximiliano de Habsburgo y su esposa, Carlota de Bélgica. La comisión la encabezada por José María Gutiérrez de Estrada, y en compañía de Juan Nepomuceno Almonte (hijo natural del cura José María Morelos y Pavón, Francisco Javier Miranda y don José Manuel Hidalgo Esnaurrízar . “El 3 de Octubre de 1863 en el castillo de Miramar, los mexicanos ofrecieron la Corona de México al archiduque austriaco. Para convencerlo, la delegación argumentaba que el pueblo de México deseaba un príncipe europeo en el trono, y que el desacuerdo con el gobierno de la República era general.”

El ejército francés vino y fue derrotado en la Batalla de Puebla, estando al frente de las fuerzas mexicanas el General Don Ignacio Zaragoza, “…pero al año siguiente regresaron y tomaron la ciudad de Puebla, y finalmente con el apoyo de los conservadores mexicanos tomaron la ciudad de México .Benito Juárez, en ese entonces presidente constitucional, encabezó la lucha contra las tropas francesas, y en 1867 regresó a la Ciudad de México, habiendo derrotado a los conservadores”.

Cuando se lucha por un ideal y a favor de las causas mas sentidas de un pueblo, merecen ser reconocidos y honrados los próceres que lo lograron, pero cuando se lucha por intereses mezquinos y personales, solo se merecen el rechazo colectivo, como estos traidores, vende-patrias de la “comisión”, entre otros.¡ Loor! a Dn. Benito Juárez, a Ignacio Zaragoza y patriotas que lucharon con ellos. O usted, patriota lector ¿Qué opina?