La ley federal de revocación del mandato estableció un contrasentido con el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos porque fue expedida, promulgada y publicada en septiembre de 2021, pero con efectos retroactivos pues prescribe en el artículo tercero transitorio que el INE “deberá tener a disposición de las ciudadanas y los ciudadanos, a más tardar el 1 de octubre de 2021, el formato impreso y los medios electrónicos de solicitud de la Convocatoria al proceso de revocación de mandato para el periodo constitucional 2018-2024.” Muy raro, ¿no?
Lo extraño es que ha sido el partido en el poder y el propio presidente López quienes promovieron esta consulta. La lógica apunta a que hubieran sido los partidos opositores. Pero no, fue al revés. Muy raro, ¿no? También en el hecho de que, quien promovió e hizo acopio de firmas fue el propio partido del presidente, presentando con desfachatez el 25 por ciento de esas signaturas de origen falso o apócrifo.
Pero, una vez conseguido su propósito, ese partido a través de sus legisladores recortó dinero al INE y no lo dotó de los recursos necesarios para la consulta. Es decir, a pesar de la contradicción, quieren que se lleve a cabo pero negaron recursos al instituto para organizarla. Muy raro, ¿no? Y perverso también (porque la intención es acusar al INE de no poder organizar esta consulta y desaparecer la autonomía del órgano electoral, para que pase al control del aspirante a dictador).
A lo largo de todos estos meses y los días anteriores, legisladores y funcionarios pertenecientes al partido de López han violado, pisoteado, vomitado y escupido la ley, que ellos mismos aprobaron (le pasaron la “aplanadora” a todos los demás). Espectaculares en todas las plazas de todos los estados, pegatinas en automóviles; secretarios y subsecretarios haciendo propaganda. ¿De dónde salieron los millones de pesos para esta campaña? El último caso fue en Coahuila donde el secretario de gobernación, en forma cínica y descarada, manifestó en un mítin del partido de López (le llaman “asamblea informativa”) que, en síntesis, le venía guango si infringía la ley; además, ocupando recursos del erario (avión de la Guardia Nacional) para su traslado y de los dirigentes del partido que le pertenece a López. ¿Qué raro, no? E ilegal también.
Ningún partido de oposición, ni persona física alguna ha pretendido revocarle el mandato a López. Solo el partido que es de su propiedad. El mismo que ha mantenido una propaganda millonaria y sin comprobar, para “la ratificación” de López. ¿Muy raro, no? Y kafkiano.
Hay personas, de buena fe, buenos ciudadanos, que concurrirán a votar en contra. Pero solo son ingenuos que ayudarán, sin quererlo, a legitimar los propósitos del autócrata -que está desesperado porque concurra el 40 por ciento de los electores-, toda vez que el partido propiedad de los López ya tiene organizado, desde hace meses, la movilización electoral (cada gobernador tiene su respectiva cuota).
Yo me niego a ser un “tonto útil”, por lo que no iré a votar. Hacerle el vacío a López es una forma efectiva no solo de manifestar oposición, sino de defender la libertad.