Visibilizar las violencias contra las personas trabajadoras del hogar es una deuda histórica que tenemos como ciudadanía, producto, la mayoría de las veces, de vestigios de una cultura colonialista de esclavitud y racismo.
El 30 de marzo se conmemoró el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, una fecha que nos mueve a la reflexión sobre las condiciones de trabajo y de maltrato que enfrentan, sin contratos, sueldos justos y constantes, seguridad social,prestaciones e, incluso, abusos.
En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México creamos el Violentómetro, una herramienta que funciona en situaciones registradas en cualquier parte del país, y que establece los diferentes grados de agresiones que pueden sufrir por parte de patrones o personas cercanas a ellas.
Los rubros van desde la ausencia de un contrato o el uso de nombres despectivos hasta el abusosexual, el embarazo por abuso de poder o la Trata de Personas.
Entre esos extremos existen niveles intermedios que en ocasiones son poco visibles pero que dañan intensamente el bienestar psicológico de las trabajadoras que los padecen, ante lo cual el Consejo Ciudadano ofrece atención psicológica y jurídica gratuita,24/7, a cualquier parte del país, a través de la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533.
Algunas de las violencias erróneamente normalizadas son no permitirles ver a sus familias o hacer llamadas, destruir sus artículos personales, retenerles el pago o no darles días de descanso.
Por eso, el trabajo realizado por personas como Marcelina Bautista, fundadora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, es muy importante. La labor de capacitación que realiza en diferentes sitios de la República, entre ellos Acapulco, asegura los derechos laborales de las trabajadoras del hogar, reduce la situación de desigualdad que enfrentan y busca que gocen de un trato digno y respetuoso.
Guerrero cuenta con más de mil 548 trabajadoras del hogar aseguradas, según el IMSS, lo que les da derecho a recibir servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos, pago por incapacidad, pensión por invalidez y vida, fondo para el retiro y otras prestaciones. No obstante, en años recientes ha habido pocos o casi nulos registros nuevos de patrones que apoyen a sus trabajadoras. Es momento de impulsarlos.
El proceso, que se puede realizar por internet, es una muestra de respeto y reconocimiento a las trabajadoras del hogar y su importante aportación a esta productiva actividad.Dignificar su trabajo y su seguridad es un acto de ciudadanía.
@guerrerochipres
