/ viernes 9 de marzo de 2018

Con sello de la casa

El Abierto Mexicano de Tenis trajo una derrama de casi 700 millones de pesos durante una semana. Sus localidades fueron agotadas desde el momento en que se abrió la venta del boletaje. Además, se consolidó como uno de los eventos deportivos de talla internacional más importantes del país.

Acapulco no pierde brillo. Ni la violencia imparable ha logrado empañar su imagen, bajo constante insidia, y su posición como destino turístico preferencial del país es insuperable. Sin embargo, no cabe la relajación en medio de situaciones adversas que son aprovechadas para endilgar golpes bajos.

Ayer concluyó el Abierto Mexicano de Tenis (AMT) de Acapulco en su edición número 25. Un evento cumbre del puerto, sin duda.

Lo destacable es que, como muestra de la confianza hacia Acapulco como destino turístico versátil -lo mismo alberga el encuentro anual de los hombres más ricos del país que al turismo nacional saturando playas en Semana Santa o fin de año-, el torneo que ha visto desfilar a los números uno del mundo como Rafael Nadal, Nolan Djokovic, Venus Williams y, mantendrá su sede en estas tierras por una década más. Incluso, Grupo Pegaso, del empresario Alejandro Burillo Azcárraga, ya proyecta la construcción de otro estadio más moderno y amplio que el Mextenis para abrir capacidad a la demanda de asistencia al evento.

El Abierto Mexicano de Tenis trajo una derrama de casi 700 millones de pesos durante una semana. Sus localidades fueron agotadas desde el momento en que se abrió la venta del boletaje. Además, se consolidó como uno de los eventos deportivos de talla internacional más importantes del país.

La proyección gratuita de este destino en el mundo mediante el AMT -la transmisión de los encuentros deportivos con la marca Acapulco en la cancha y el panorama de las playas llegó a 152 países a través de la cadena televisiva ESPN- equivale a un ahorro de millones de pesos que implicarían campañas de promoción con ese alcance.

Acapulco requiere afianzar al menos tres o cuatro eventos más fijos y perdurables, como el Abierto de Tenis, a manera de erigir pilares de sostenimiento económico a lo largo de un año, principalmente en los lapsos donde el dinamismo turístico sufre bajas sensibles.

Esta semana que inicia Acapulco estará de vuelta en el panorama nacional con la celebración de la Convención Bancaria que este año reunirá a todos los candidatos a la Presidencia de la República para exponer sus propuestas en materia económica y financiera.

El turismo de congresos y convenciones genera una derrama mayor a la de vacacionistas en un periodo de asueto, y por ello se requiere fortalecer esos segmentos sin descuidar la recuperación del turismo extranjero vía marítima y aérea, aprovechando la remodelación y ampliación del Aeropuerto Internacional Juan Álvarez.

Debemos dejar constancia en el mercado nacional y extranjero que Acapulco tiene la infraestructura, capacidad logística, comunicaciones y excelentes atractivos para convertirse en sede de eventos que alienten la llegada de más visitantes y generen una derrama económica constante y sostenida.

El Abierto Mexicano de Tenis trajo una derrama de casi 700 millones de pesos durante una semana. Sus localidades fueron agotadas desde el momento en que se abrió la venta del boletaje. Además, se consolidó como uno de los eventos deportivos de talla internacional más importantes del país.

Acapulco no pierde brillo. Ni la violencia imparable ha logrado empañar su imagen, bajo constante insidia, y su posición como destino turístico preferencial del país es insuperable. Sin embargo, no cabe la relajación en medio de situaciones adversas que son aprovechadas para endilgar golpes bajos.

Ayer concluyó el Abierto Mexicano de Tenis (AMT) de Acapulco en su edición número 25. Un evento cumbre del puerto, sin duda.

Lo destacable es que, como muestra de la confianza hacia Acapulco como destino turístico versátil -lo mismo alberga el encuentro anual de los hombres más ricos del país que al turismo nacional saturando playas en Semana Santa o fin de año-, el torneo que ha visto desfilar a los números uno del mundo como Rafael Nadal, Nolan Djokovic, Venus Williams y, mantendrá su sede en estas tierras por una década más. Incluso, Grupo Pegaso, del empresario Alejandro Burillo Azcárraga, ya proyecta la construcción de otro estadio más moderno y amplio que el Mextenis para abrir capacidad a la demanda de asistencia al evento.

El Abierto Mexicano de Tenis trajo una derrama de casi 700 millones de pesos durante una semana. Sus localidades fueron agotadas desde el momento en que se abrió la venta del boletaje. Además, se consolidó como uno de los eventos deportivos de talla internacional más importantes del país.

La proyección gratuita de este destino en el mundo mediante el AMT -la transmisión de los encuentros deportivos con la marca Acapulco en la cancha y el panorama de las playas llegó a 152 países a través de la cadena televisiva ESPN- equivale a un ahorro de millones de pesos que implicarían campañas de promoción con ese alcance.

Acapulco requiere afianzar al menos tres o cuatro eventos más fijos y perdurables, como el Abierto de Tenis, a manera de erigir pilares de sostenimiento económico a lo largo de un año, principalmente en los lapsos donde el dinamismo turístico sufre bajas sensibles.

Esta semana que inicia Acapulco estará de vuelta en el panorama nacional con la celebración de la Convención Bancaria que este año reunirá a todos los candidatos a la Presidencia de la República para exponer sus propuestas en materia económica y financiera.

El turismo de congresos y convenciones genera una derrama mayor a la de vacacionistas en un periodo de asueto, y por ello se requiere fortalecer esos segmentos sin descuidar la recuperación del turismo extranjero vía marítima y aérea, aprovechando la remodelación y ampliación del Aeropuerto Internacional Juan Álvarez.

Debemos dejar constancia en el mercado nacional y extranjero que Acapulco tiene la infraestructura, capacidad logística, comunicaciones y excelentes atractivos para convertirse en sede de eventos que alienten la llegada de más visitantes y generen una derrama económica constante y sostenida.