/ jueves 10 de diciembre de 2020

Competir o Jugar

El proceso electoral ha empezado. Se empiezan a registrar pre candidatos a los distintos cargos de elección popular. Inclusive hay quienes hacen actos anticipados de campaña. Ya se les “queman las habas”.

Otros guardan prudencia. En fin, el ambiente político se está calentando. Por eso, este artículo –que escribí en 2013- creo que sigue teniendo vigencia, refiriéndome a estos momentos donde por montón se autoproclaman o se apuntan quienes quieren entrar en la liza política.

Aquel artículo apuntaba que, para poder concursar, con más o menos éxito en política, quien se va a meter en este mitote debe considerar varias cosas.

Lo primero es saber si se ha ganado un lugar en la opinión pública, no importando el grado de influencia. Solo que tenga cierto peso en ella. Lo importante es tener “voz”.

Lo segundo es tener un discurso, tema, asunto, cuestión, planteamiento, tesis que atraiga a la opinión pública.

Lo tercero es tener un grupo que lo respalde. Este requisito es indispensable. El cuarto es tener una “tribuna” (periódico, revista, programa en televisión o la radio, donde pueda exponer su tema, con su voz o pluma).

El quinto es tener un “guardadito” que le permita hacer frente a las expensas.

El sexto, tener una clientela política que le deba favores o gestiones. El séptimo, tener una “parcela política” donde haya “sembrado” y ya tenga “frutos” qué cosechar. No se puede improvisar de última hora.

De manera que quien no tiene voz, grupo, tema, tribuna, guardadito, clientela y parcela nomás le hará al loco. Mi consejo es que, quien se encuentre en ese caso, mejor se ponga a jugar un juego de mesa, como “Monopoly”, para que se divierta haciéndose tarugo.

El proceso electoral ha empezado. Se empiezan a registrar pre candidatos a los distintos cargos de elección popular. Inclusive hay quienes hacen actos anticipados de campaña. Ya se les “queman las habas”.

Otros guardan prudencia. En fin, el ambiente político se está calentando. Por eso, este artículo –que escribí en 2013- creo que sigue teniendo vigencia, refiriéndome a estos momentos donde por montón se autoproclaman o se apuntan quienes quieren entrar en la liza política.

Aquel artículo apuntaba que, para poder concursar, con más o menos éxito en política, quien se va a meter en este mitote debe considerar varias cosas.

Lo primero es saber si se ha ganado un lugar en la opinión pública, no importando el grado de influencia. Solo que tenga cierto peso en ella. Lo importante es tener “voz”.

Lo segundo es tener un discurso, tema, asunto, cuestión, planteamiento, tesis que atraiga a la opinión pública.

Lo tercero es tener un grupo que lo respalde. Este requisito es indispensable. El cuarto es tener una “tribuna” (periódico, revista, programa en televisión o la radio, donde pueda exponer su tema, con su voz o pluma).

El quinto es tener un “guardadito” que le permita hacer frente a las expensas.

El sexto, tener una clientela política que le deba favores o gestiones. El séptimo, tener una “parcela política” donde haya “sembrado” y ya tenga “frutos” qué cosechar. No se puede improvisar de última hora.

De manera que quien no tiene voz, grupo, tema, tribuna, guardadito, clientela y parcela nomás le hará al loco. Mi consejo es que, quien se encuentre en ese caso, mejor se ponga a jugar un juego de mesa, como “Monopoly”, para que se divierta haciéndose tarugo.