/ martes 9 de agosto de 2022

¿Cómo vamos en ciencia y tecnología?

La ciencia y la tecnología para un país se constituyen como palancas indispensables para el desarrollo de diversos sistemas, planes, proyectos y políticas públicas, rubros impulsados gracias a la habilidad y creatividad de las personas, que puede traducirse en bienes o servicios que ofrezcan una mejor calidad de vida.

Sin embargo, si bienes cierto que se trata de un sector de gran relevancia que actúa en favor del crecimiento social y económico, también lo es que requiere de constantes e importantes apoyos desde el ámbito público. Situación que lamentablemente se ha visto profundamente disminuida o incluso erradicada por parte del gobierno federal en turno.

Se trata de uno de los momentos más adversos que atraviesa el sector, ya que lleva más de tres años en el olvido. La política de austeridad ha ocasionado atroces repercusiones a la ciencia, tecnología e innovación, rubros que cada año reportan un menor reparto de recursos presupuestarios.

Muestra de ello es que dicho sector recibió en 2019, el primer año del sexenio, un monto de 53 mil 424 millones de pesos, un año después fueron 51 mil millones, y para este ejercicio del año 2022, tan solo 49 mil 963 millones de pesos, cantidad que ha ido a la baja y es inferior a los 60 mil que se destinaron en 2018.

Y si vemos en lo que esta cantidad representa del Producto Interno Bruto de México, es alarmante señalar que se traduce en apenas el 0.2%, proporción muy lejos de cumplir con el 1% del PIB que señala el artículo 119 de la Ley General de Educación. A pesar de que, en campaña electoral, destinar un gasto conforme a la Ley fue uno de los compromisos, que no ha sucedido.

Cabe recalcar que nos encontramos en una generación donde la tecnología y su desarrollo es fundamental tanto para el trabajo como para la educación, ya que su adecuado uso puede beneficiar radicalmente cualquier actividad.

Aunado a lo anterior,la promesa de invertir en infraestructura para tener un México verdaderamente conectado con acceso a internet para toda la población se suma a la lista de pendientesincumplidos por el gobierno de Morena, toda vez que los recursos asignados para cerrar la brecha digital son insuficientes.

Desafortunadamente, en su lugar, se ha preferido tomar parte del dinero de fideicomisos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para proyectos “prioritarios” del gobierno federal, que pocos o nulos resultados ofrecerán para las y los mexicanos.

Evidentemente, no podemos permitir que la ciencia y tecnología se convierta en uno más de los sectores que viva en las penumbras durante la actual administración.

Por ello, se requiere mucho más apoyo, atención y profesionalismo en la definición e instrumentación de las políticas públicas. Es de vital importancia exigir un golpe de timón,que no sólo otorgue más recursos, sino también ponga al centro de la agenda pública nacional el respaldo e impulso a la ciencia y tecnología como una de las mejores apuestas para el futuro de nuestro país.

*Senador de la República

@manuelanorve

La ciencia y la tecnología para un país se constituyen como palancas indispensables para el desarrollo de diversos sistemas, planes, proyectos y políticas públicas, rubros impulsados gracias a la habilidad y creatividad de las personas, que puede traducirse en bienes o servicios que ofrezcan una mejor calidad de vida.

Sin embargo, si bienes cierto que se trata de un sector de gran relevancia que actúa en favor del crecimiento social y económico, también lo es que requiere de constantes e importantes apoyos desde el ámbito público. Situación que lamentablemente se ha visto profundamente disminuida o incluso erradicada por parte del gobierno federal en turno.

Se trata de uno de los momentos más adversos que atraviesa el sector, ya que lleva más de tres años en el olvido. La política de austeridad ha ocasionado atroces repercusiones a la ciencia, tecnología e innovación, rubros que cada año reportan un menor reparto de recursos presupuestarios.

Muestra de ello es que dicho sector recibió en 2019, el primer año del sexenio, un monto de 53 mil 424 millones de pesos, un año después fueron 51 mil millones, y para este ejercicio del año 2022, tan solo 49 mil 963 millones de pesos, cantidad que ha ido a la baja y es inferior a los 60 mil que se destinaron en 2018.

Y si vemos en lo que esta cantidad representa del Producto Interno Bruto de México, es alarmante señalar que se traduce en apenas el 0.2%, proporción muy lejos de cumplir con el 1% del PIB que señala el artículo 119 de la Ley General de Educación. A pesar de que, en campaña electoral, destinar un gasto conforme a la Ley fue uno de los compromisos, que no ha sucedido.

Cabe recalcar que nos encontramos en una generación donde la tecnología y su desarrollo es fundamental tanto para el trabajo como para la educación, ya que su adecuado uso puede beneficiar radicalmente cualquier actividad.

Aunado a lo anterior,la promesa de invertir en infraestructura para tener un México verdaderamente conectado con acceso a internet para toda la población se suma a la lista de pendientesincumplidos por el gobierno de Morena, toda vez que los recursos asignados para cerrar la brecha digital son insuficientes.

Desafortunadamente, en su lugar, se ha preferido tomar parte del dinero de fideicomisos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para proyectos “prioritarios” del gobierno federal, que pocos o nulos resultados ofrecerán para las y los mexicanos.

Evidentemente, no podemos permitir que la ciencia y tecnología se convierta en uno más de los sectores que viva en las penumbras durante la actual administración.

Por ello, se requiere mucho más apoyo, atención y profesionalismo en la definición e instrumentación de las políticas públicas. Es de vital importancia exigir un golpe de timón,que no sólo otorgue más recursos, sino también ponga al centro de la agenda pública nacional el respaldo e impulso a la ciencia y tecnología como una de las mejores apuestas para el futuro de nuestro país.

*Senador de la República

@manuelanorve