/ viernes 15 de febrero de 2019

Buena noticia para Acapulco

Siempre he aceptado –porque me parece de sentido común- lo que los economistas y analistas financieros manifiestan con respecto a la competitividad y las inversiones. Aquélla es la capacidad de un país de promover, atraer, fincar, desarrollar y mantener inversiones. La segunda es la que genera empresas, éstas crean empleos, los cuales producen bienes y/o servicios; con lo que se forma un círculo virtuoso en la economía (regional o nacional) que da como resultado crecimiento económico y bienestar social.

Por eso, al leer un artículo publicado esta semana en el periódico Milenio, firmado por Bárbara Anderson, sobre que la cadena internacional de hoteles “Dreams, Resorts y Spas” vaya a tomar las operaciones del “Gran Hotel Acapulco & Convention Center” (antes Hyatt) con objeto de reactivar el turismo estadunidense a gran escala, es una gran noticia, no solo para Acapulco, sino para todo el Estado, pues la cadena productiva que se activa, en la rama hotelera, es de nivel internacional; ello genera una derrama económica vigorosa hacia otras cadenas productivas dentro de nuestra entidad federativa (transporte, agropecuaria, pesca, empleo, manufacturas, entre otras muchas) y hacia sectores y subsectores de nuestra economía regional. Lo único que demanda esta gran inversión (de entrada, por 10 millones de dólares) para reparación y remodelación del hotel, por conducto del Chief Executive Officer, por sus siglas en inglés “CEO”, de “Apple Leisure Group”, Alejandro Zozaya, es tener la certeza de que su inversión sea resguardada por un gobierno que sea eficaz en cuanto a seguridad pública se refiere. Y yo creo que no solamente en materia de seguridad pública, sino en transporte (taxis, autobuses), vialidades y oferta turística de calidad (bares, restoranes) a precios competitivos.

La nota de Anderson anuncia que este hotel se prevé inaugurarlo en noviembre del presente año, con 605 habitaciones y suites, siete restoranes, cuatro bares y “lounges”. Si todo va bien, se espera que esta inversión contagie a otros competidores de esta firma y decidan invertir en Acapulco o en otras playas de Guerrero.

La “pelota” ahora está en nuestro terreno. Juguémosla bien, seamos competentes y competitivos (gobernantes, ciudadanos, hoteleros, meseros, taxistas, restauranteros, prestadores de servicios en general).

Siempre he aceptado –porque me parece de sentido común- lo que los economistas y analistas financieros manifiestan con respecto a la competitividad y las inversiones. Aquélla es la capacidad de un país de promover, atraer, fincar, desarrollar y mantener inversiones. La segunda es la que genera empresas, éstas crean empleos, los cuales producen bienes y/o servicios; con lo que se forma un círculo virtuoso en la economía (regional o nacional) que da como resultado crecimiento económico y bienestar social.

Por eso, al leer un artículo publicado esta semana en el periódico Milenio, firmado por Bárbara Anderson, sobre que la cadena internacional de hoteles “Dreams, Resorts y Spas” vaya a tomar las operaciones del “Gran Hotel Acapulco & Convention Center” (antes Hyatt) con objeto de reactivar el turismo estadunidense a gran escala, es una gran noticia, no solo para Acapulco, sino para todo el Estado, pues la cadena productiva que se activa, en la rama hotelera, es de nivel internacional; ello genera una derrama económica vigorosa hacia otras cadenas productivas dentro de nuestra entidad federativa (transporte, agropecuaria, pesca, empleo, manufacturas, entre otras muchas) y hacia sectores y subsectores de nuestra economía regional. Lo único que demanda esta gran inversión (de entrada, por 10 millones de dólares) para reparación y remodelación del hotel, por conducto del Chief Executive Officer, por sus siglas en inglés “CEO”, de “Apple Leisure Group”, Alejandro Zozaya, es tener la certeza de que su inversión sea resguardada por un gobierno que sea eficaz en cuanto a seguridad pública se refiere. Y yo creo que no solamente en materia de seguridad pública, sino en transporte (taxis, autobuses), vialidades y oferta turística de calidad (bares, restoranes) a precios competitivos.

La nota de Anderson anuncia que este hotel se prevé inaugurarlo en noviembre del presente año, con 605 habitaciones y suites, siete restoranes, cuatro bares y “lounges”. Si todo va bien, se espera que esta inversión contagie a otros competidores de esta firma y decidan invertir en Acapulco o en otras playas de Guerrero.

La “pelota” ahora está en nuestro terreno. Juguémosla bien, seamos competentes y competitivos (gobernantes, ciudadanos, hoteleros, meseros, taxistas, restauranteros, prestadores de servicios en general).