/ domingo 20 de febrero de 2022

Aumento en casetas atraerá ricos (sic)

La declaración del titular de Turismo estatal, Santos Ramírez Cuevas, es por donde se ve, una desafortunada al no saber explicar el citado titular de esa dependencia el sentido de sus palabras.

Vamos por partes: El secretario señala que el aumento permitirá perfilar al turista para que sea de mayor poder adquisitivo el que venga al puerto. Después señala que buscarán con las cámaras empresariales la manera de compensar a los para turistas que se les reembolse en parte el pago del peaje.

Ahora bien, es desafortunada la respuesta porque piensa que van a venir mayormente personas de clase media alta y no la media baja y mucho menos la baja por el alto costo de las casetas, ya que no toma en cuenta que esas personas de menor poder adquisitivo vienen por cientos de mies y dan de comer a un sinfin de familias acapulqueñas que se dedican a hacer trenzas y dar masajes en la playa, alquilar motos acuáticas, bananas y lanchas, vender ropa, artesanías, aceites, frutas y hasta las famosas quesadillas y donas Consumen en la fonda del mercado o en restaurantes modestos en Caleta y Caletilla o los “ Panbimberos”(comen sándwich de atún) y beben agua, refrescos, cervezas, comen papas que adquirirán en las tiendas de conveniencia que a su vez dan empleo a decenas de acapulqueños.

Además de pagar la gasolina de sus carros, llegan a hoteles del Acapulco Tradicional que subsisten con este tipo de turismo; les venden artesanías y los bonitos recuerdos del puerto, así como los tradicionales dulces de tamarindo y cocadas.

Los ricos no compran nada, llegan a sus casas o condominios ostentosos . Se la pasan en la alberca, en sus yates o veleros; si acaso van a los clubes de playa y restaurantes caros, de los cuales hay pocos.

Aún y cuando sumamos lo que gastan est o s miles de ricos, no sería ni con mucho la mitad de lo que gastan los miles de turismo de escaso nivel económico , en su mayoría de la CDMX y Estado de México.

Lo que debe haber dicho el personaje en cita, es que no se justifica el incremento del peaje para una autopista que todo el año está en reparación y con un pavimento en mal estado en varios tramos y que en estos tiempos de recuperación económica se requiere apoyo a los acapulqueños en su actividad comercial. Pagó su noviciado.

La declaración del titular de Turismo estatal, Santos Ramírez Cuevas, es por donde se ve, una desafortunada al no saber explicar el citado titular de esa dependencia el sentido de sus palabras.

Vamos por partes: El secretario señala que el aumento permitirá perfilar al turista para que sea de mayor poder adquisitivo el que venga al puerto. Después señala que buscarán con las cámaras empresariales la manera de compensar a los para turistas que se les reembolse en parte el pago del peaje.

Ahora bien, es desafortunada la respuesta porque piensa que van a venir mayormente personas de clase media alta y no la media baja y mucho menos la baja por el alto costo de las casetas, ya que no toma en cuenta que esas personas de menor poder adquisitivo vienen por cientos de mies y dan de comer a un sinfin de familias acapulqueñas que se dedican a hacer trenzas y dar masajes en la playa, alquilar motos acuáticas, bananas y lanchas, vender ropa, artesanías, aceites, frutas y hasta las famosas quesadillas y donas Consumen en la fonda del mercado o en restaurantes modestos en Caleta y Caletilla o los “ Panbimberos”(comen sándwich de atún) y beben agua, refrescos, cervezas, comen papas que adquirirán en las tiendas de conveniencia que a su vez dan empleo a decenas de acapulqueños.

Además de pagar la gasolina de sus carros, llegan a hoteles del Acapulco Tradicional que subsisten con este tipo de turismo; les venden artesanías y los bonitos recuerdos del puerto, así como los tradicionales dulces de tamarindo y cocadas.

Los ricos no compran nada, llegan a sus casas o condominios ostentosos . Se la pasan en la alberca, en sus yates o veleros; si acaso van a los clubes de playa y restaurantes caros, de los cuales hay pocos.

Aún y cuando sumamos lo que gastan est o s miles de ricos, no sería ni con mucho la mitad de lo que gastan los miles de turismo de escaso nivel económico , en su mayoría de la CDMX y Estado de México.

Lo que debe haber dicho el personaje en cita, es que no se justifica el incremento del peaje para una autopista que todo el año está en reparación y con un pavimento en mal estado en varios tramos y que en estos tiempos de recuperación económica se requiere apoyo a los acapulqueños en su actividad comercial. Pagó su noviciado.