El difícil escenario que se agolpa sobre Guerrero por la pandemia del Covid-19, que ha llevado al límite de sus capacidades a los tres órdenes de gobierno, dio pauta al encuentro inédito e histórico entre el gobernador Héctor Astudillo Flores y los que integran el Congreso de Guerrero.
Y la verdad, quiero reconocer la disposición del titular del poder ejecutivo del estado, de aceptar la reunión virtual con los representantes de cada una de las fracciones parlamentarias, no solo por cumplir, sino de informar a las y los guerrerenses, de lo hecho hasta ahora.
Al margen de los números y cifras que ha acumulado en estos cuatro meses la pandemia, bien vale la pena resaltar su llamado a la coordinación y no a la confrontación, porque, tiene toda razón el mandatario estatal, se necesita de la unidad de todos, si se quiere un regreso seguro a la nueva normalidad.
Si retrocedemos en el tiempo, necesariamente debemos aceptar que mucho ha tenido que ver el desordenado comportamiento social, de aquellos que desprecian el confinamiento y que provocan la movilidad, que ha sido la causa de que hoy estemos en semáforo rojo.
Lamentablemente, la incredulidad de los que todavía no creen en el virus, pone en peligro que se dé un rebrote y nuevamente se incrementen los contagios, que, creo, podría ahora sí, complicar la recuperación de la economía y acelerar el desempleo.
El gobernador Astudillo Flores, lo dijo bien claro a los diputados, que se requiere de la participación de todos, convocatoria que fue atendida por los que integran la Sexagésima Segunda Legislatura, en voz del diputado Héctor Apreza Patrón, con su llamado al pacto social, para mantener esa relación de coincidencias entre estos dos poderes.
En mi particular punto de vista, era necesario este compromiso, no solo para sentar un precedente sino enriquecer esta relación, tan necesaria para impulsar acciones que permitan atender la pandemia, que sigue aquí y que es una amenaza latente.
¿O usted que opina querido lector?
