Como cada terminación de año, ahora realizo un análisis sobre lo hecho y lo que no se concretó en 2018. La idea es mejorar nuestra actitud, además de generar los resultados que correspondan a cada quien.
2018 es sin duda contundente en el entorno económico, político y social. Veremos qué nos depara el año próximo en los poderes Ejecutivo y Legislativo, y poder sumar con orden al Poder Judicial. El sector empresarial requiere de apoyos orientados a generar un mejor nivel de vida.
Mi mejor deseo para que al actual Gobierno Federal le vaya bien y en consecuencia le vaya bien a México. Espero que el presidente López se deje ayudar y su equipo de trabajo demuestre creatividad e inteligencia.
Pero bueno, este último análisis lo dedico a la situación turística que prevalece en Guerrero. Imposible poder registrar crecimiento económico del sector que genera la mayor riqueza, ante sobrada amnesia gubernamental.
Complicado avanzar sin un andamiaje institucional de respeto a las leyes constitucionales. No puede haber orden en pleno libertinaje, sin metodología y servidores públicos con mediocres resultados.
Guerrero transita con un gobierno mudo e inconsistente que, a la mitad del camino, no ata ni desata. Reducidos avances en la estrategia 2.7.3 del Plan Estatal de Desarrollo 2016–2021, referente al turismo.
Imposible avanzar si Sectur Guerrero incumple con lo que le mandata la Ley Número 494 de Fomento y Desarrollo Turístico para el Estado y los municipios de Guerrero, en los aspectos siguientes:
Elaborar e implementar el Programa Sectorial de Turismo 2016–2021. Somos la única entidad federativa del país que no dispone de dicho programa estratégico.
Flagrantemente a tres años de gobierno no se han constituido la Comisión Intersecretarial de Turismo, el Consejo Consultivo de Turismo y el Consejo de Promoción Turística.
Los fideicomisitos de promoción turística como el Fidetur de Acapulco, la Procuraduría Estatal del Turista, el Comité Técnico de Vigilancia de Tiempo Compartido y la Promotora Turística de Guerrero, hoy funcionan inconstitucionalmente, por la no actualización y adecuación de sus ordenamientos jurídicos.
Siguen sin constituirse los fideicomisos para la Promoción Turística de Chilpancingo, Iguala, La Unión, Tecpan y Coyuca de Benítez.
Oscurantismo radical para contrarrestar la oferta extra hotelera.
Agandalle total del 3% que pagan los turistas de Impuesto al Hospedaje y su canalización a actividades ajenas al turismo.
Estos son algunos temas sensibles que deben atenderse de manera emergente, si efectivamente se desea reconvertir la actividad turística de Guerrero.
Coincido con el cacareo de Sectur Guerrero, de que en la temporada de invierno 2018 llegarán millones de turistas: un turismo de masas, de pírrica derrama económica y, además, generadora de severos problemas ambientales y sociales con las comunidades locales. Reitero lo anterior, para que no se me pueda relegar al costal de “Los memes fifís”.
Celebro que Acapulco siempre ha tenido turismo para todos los gustos y sabores. Sólo que hoy el turismo de moda y de poder adquisitivo está en: “Mundo Imperial”, gracias al incondicional apoyo de Sectur Guerrero. ¡Salud!
A LOS POSTRES…
EL TURISMO 2019, lo aprecio complicado por los arrebatos de Sectur Federal en cuanto a dirección de una efectiva política turística. Lo realmente importante para Guerrero es sacar al buey de la barranca, o como recomienda José Alfredo Jiménez: “Diciembre me gustó pa’que te vayas”, es decir, “pa” que el gobernador Astudillo Flores dé un “Golpe de Timón”, al menos en Sectur Guerrero.
ME VOY DE VACACIONES CORTAS. A todos Ustedes, les deseo una Feliz Nochebuena y que reciban el 2019 con mucha salud, trabajo y amor.
Oflomx@hotmail.com @oflobeltran
