/ lunes 29 de noviembre de 2021

Alto a la violencia contra la mujer

El 25 de noviembre de cada año, por resolución adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas se decretó que en aras de fomentar un ámbito de concientización todas las naciones deben conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, en razón de la imperante necesidad para que los gobiernos de la mano con la sociedad civil tomen manos en el asunto y coordinen actividades para elevar la atención ante este indudable malestar de la sociedad.

Este día, llega en un contexto complejo para nuestro país, pues la violencia con sus múltiples caras ha permeado severamente a la población mexicana.

Según el censo poblacional realizado por el INEGI en 2020, las mujeres representan el 51.2% de la población mexicana, superando a los varones que representan el 48.8%. Es decir, las mujeres son mayoría en México, y son también las más violentadas.

Los datos ofrecidos por la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana dan un panorama preocupante sobre la violencia contra el sector femenino, ya que de enero a octubre de 2021, el 31.7% de los delitos fueron cometidos contra las mujeres.

Según esta institución, en lo que va del año, casi mil 900 mujeres han sido privadas de la vida, pero sólo 508 de estos fueron clasificados como el peor tipo de violencia, es decir, la feminicida, categoría aplicada sólo a los asesinatos motivados por violencia de género.

Hemos sido testigos que en los últimos años la población femenina ha salido a las calles a exigir seguridad, bajo un estandarte legítimo, pues es innegable el adverso panorama que tienen enfrente y la falta de atención que este gobierno ha dado al tema. Por ello, debemos trabajar en conjunto para conseguir mecanismos que sean capaces de blindar la seguridad a todas las mujeres del país.

Una prueba tangible de lo que el trabajo en conjunto puede lograr son los avances que hemos conseguido en la erradicación de la violencia política de género, consiguiendo que las mujeres tuvieran acceso a la toma de decisiones en el Poder Legislativo integrándolo de forma absolutamente paritaria como ha sucedido en el arranque del periodo de ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados.

Aunque aún es muy largo el camino por recorrer, toda vez que sigue habiendo una gran brecha por cerrar en la materia, debiéndose alzar la voz para que todos los actores políticos y sociales actúen en favor de los malestares de violencia física, psicológica, familiar, política, emocional, laboral y económica, entre otras, que afectan día con día a millones de mexicanas.

Una laudable respuesta ha provenido del Dip. Alejandro Moreno Cárdenas, Presidente Nacional del PRI, quien en días recientes presentó un mecanismo que permite orientar a militantes, funcionarias, aspirantes y candidatas sobre las conductas y procedimientos a su alcance para denunciar la violencia política.

Sin duda alguna, la violencia contra las mujeres ha alcanzado cifras alarmantes, pero es momento de trabajar bajo el binomio gobierno-sociedad para presentar propuestas que permitan garantizar la seguridad a ese sector de la población. Pues sólo unidos contra la violencia podemos conseguir avances importantes.

Tenemos frente a nosotros un gran reto, al que tenemos que combatir en conjunto. La historia nos ha demostrado que cuando el pueblo de México se une es capaz de salir adelante y este malestar no será la excepción.

El 25 de noviembre de cada año, por resolución adoptada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas se decretó que en aras de fomentar un ámbito de concientización todas las naciones deben conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, en razón de la imperante necesidad para que los gobiernos de la mano con la sociedad civil tomen manos en el asunto y coordinen actividades para elevar la atención ante este indudable malestar de la sociedad.

Este día, llega en un contexto complejo para nuestro país, pues la violencia con sus múltiples caras ha permeado severamente a la población mexicana.

Según el censo poblacional realizado por el INEGI en 2020, las mujeres representan el 51.2% de la población mexicana, superando a los varones que representan el 48.8%. Es decir, las mujeres son mayoría en México, y son también las más violentadas.

Los datos ofrecidos por la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana dan un panorama preocupante sobre la violencia contra el sector femenino, ya que de enero a octubre de 2021, el 31.7% de los delitos fueron cometidos contra las mujeres.

Según esta institución, en lo que va del año, casi mil 900 mujeres han sido privadas de la vida, pero sólo 508 de estos fueron clasificados como el peor tipo de violencia, es decir, la feminicida, categoría aplicada sólo a los asesinatos motivados por violencia de género.

Hemos sido testigos que en los últimos años la población femenina ha salido a las calles a exigir seguridad, bajo un estandarte legítimo, pues es innegable el adverso panorama que tienen enfrente y la falta de atención que este gobierno ha dado al tema. Por ello, debemos trabajar en conjunto para conseguir mecanismos que sean capaces de blindar la seguridad a todas las mujeres del país.

Una prueba tangible de lo que el trabajo en conjunto puede lograr son los avances que hemos conseguido en la erradicación de la violencia política de género, consiguiendo que las mujeres tuvieran acceso a la toma de decisiones en el Poder Legislativo integrándolo de forma absolutamente paritaria como ha sucedido en el arranque del periodo de ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados.

Aunque aún es muy largo el camino por recorrer, toda vez que sigue habiendo una gran brecha por cerrar en la materia, debiéndose alzar la voz para que todos los actores políticos y sociales actúen en favor de los malestares de violencia física, psicológica, familiar, política, emocional, laboral y económica, entre otras, que afectan día con día a millones de mexicanas.

Una laudable respuesta ha provenido del Dip. Alejandro Moreno Cárdenas, Presidente Nacional del PRI, quien en días recientes presentó un mecanismo que permite orientar a militantes, funcionarias, aspirantes y candidatas sobre las conductas y procedimientos a su alcance para denunciar la violencia política.

Sin duda alguna, la violencia contra las mujeres ha alcanzado cifras alarmantes, pero es momento de trabajar bajo el binomio gobierno-sociedad para presentar propuestas que permitan garantizar la seguridad a ese sector de la población. Pues sólo unidos contra la violencia podemos conseguir avances importantes.

Tenemos frente a nosotros un gran reto, al que tenemos que combatir en conjunto. La historia nos ha demostrado que cuando el pueblo de México se une es capaz de salir adelante y este malestar no será la excepción.