/ lunes 6 de diciembre de 2021

Alcances de la desaparición del Fonden

En la memoria de las y los guerrerenses se encuentra presente aquellos enormes retos y afectaciones que implicaron los huracanes Ingrid y Manuel en el año 2013, con daños materiales incalculables.

No obstante, en ese momento existía el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) que liberó más de 22 mil millones de pesos para la reconstrucción de infraestructura y el apoyo a los damnificados. Recursos que de no haberse aplicado el estado de Guerrero a la fecha seguiría teniendo miles de caminos rurales destruidos y cientos de localidades incomunicadas.

A ello hay que sumar que en el año 2017, con los sismos de septiembre de ese año, las entidades sureñas fueron las que sufrieron los mayores daños tanto humanos como materiales. Por fortuna, también en aquel momento se contaba con Fonden para dotar de forma oportuna de los recursos financieros, humanos y materiales para brindar un apoyo directo a las localidades más afectadas.

Muestra de ello es que en Guerrero se liberaron poco más de 785 millones de pesos para reconstruir carreteras, escuelas, clínicas, casas y edificios, entre otros, además de que gracias a que se destinaron 39 millones del Fonden al estado de Guerrero llegaron apoyos en especie para ayudar a los damnificados.

De lo anterior, podemos afirmar que el Fonden se erigía como una especie de tanque de oxígeno en los momentos que los embates de la naturaleza golpeaban a las diversas regiones de nuestro país.

A pesar de lo anterior, sin escuchar ni entender razones, el gobierno de Morena y sus correligionarios en el Congreso Mexicano decidieron extinguir el Fonden, dejando sin recursos a cientos de obras en reconstrucción que debieron de recibir atención prioritaria e inmediata. En razón de lo anterior, es posible visualizar que a la fecha se encuentran paradas más de 220 obras por la falta de recursos y la extinción del Fonden.

Aunado a dicha situación, el gobierno federal ha incurrido en comprometer las finanzas de los gobiernos estatales al dejarles la carga de pagar con recursos propios estas obras en reconstrucción.

Por estos motivos, y en aras de promover un panorama de mayor eficiencia y transparencia gubernamental acorde con los compromisos internacionales y con la ciudadanía, en la sesión ordinaria del Senado de la República del pasado jueves 2 de diciembre presenté la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 62 de la Ley General de Protección Civil.

El objeto, radica en establecer puntualmente en la legislación la obligación irrenunciable del gobierno federal de aportar los recursos suficientes para la culminación de las obras de reconstrucción de infraestructura, por afectaciones provocadas por desastres naturales. Pues de no es justo que el gobierno federal con ese grado de falta de sensibilidad se desatienda de esta situación y abandone obras, poblaciones y entidades enteros.

Sin duda alguna, es apremiante que las autoridades trabajemos en favor de regresar aquellos programas que funcionaban y generaban beneficios tangibles para las y los mexicanos, particularmente en los momentos más difíciles. Ello sin perder de vista, la ineludible oportunidad de perfeccionar su operación y funcionamiento.

*Senador de la República

@manuelanorve

En la memoria de las y los guerrerenses se encuentra presente aquellos enormes retos y afectaciones que implicaron los huracanes Ingrid y Manuel en el año 2013, con daños materiales incalculables.

No obstante, en ese momento existía el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) que liberó más de 22 mil millones de pesos para la reconstrucción de infraestructura y el apoyo a los damnificados. Recursos que de no haberse aplicado el estado de Guerrero a la fecha seguiría teniendo miles de caminos rurales destruidos y cientos de localidades incomunicadas.

A ello hay que sumar que en el año 2017, con los sismos de septiembre de ese año, las entidades sureñas fueron las que sufrieron los mayores daños tanto humanos como materiales. Por fortuna, también en aquel momento se contaba con Fonden para dotar de forma oportuna de los recursos financieros, humanos y materiales para brindar un apoyo directo a las localidades más afectadas.

Muestra de ello es que en Guerrero se liberaron poco más de 785 millones de pesos para reconstruir carreteras, escuelas, clínicas, casas y edificios, entre otros, además de que gracias a que se destinaron 39 millones del Fonden al estado de Guerrero llegaron apoyos en especie para ayudar a los damnificados.

De lo anterior, podemos afirmar que el Fonden se erigía como una especie de tanque de oxígeno en los momentos que los embates de la naturaleza golpeaban a las diversas regiones de nuestro país.

A pesar de lo anterior, sin escuchar ni entender razones, el gobierno de Morena y sus correligionarios en el Congreso Mexicano decidieron extinguir el Fonden, dejando sin recursos a cientos de obras en reconstrucción que debieron de recibir atención prioritaria e inmediata. En razón de lo anterior, es posible visualizar que a la fecha se encuentran paradas más de 220 obras por la falta de recursos y la extinción del Fonden.

Aunado a dicha situación, el gobierno federal ha incurrido en comprometer las finanzas de los gobiernos estatales al dejarles la carga de pagar con recursos propios estas obras en reconstrucción.

Por estos motivos, y en aras de promover un panorama de mayor eficiencia y transparencia gubernamental acorde con los compromisos internacionales y con la ciudadanía, en la sesión ordinaria del Senado de la República del pasado jueves 2 de diciembre presenté la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 62 de la Ley General de Protección Civil.

El objeto, radica en establecer puntualmente en la legislación la obligación irrenunciable del gobierno federal de aportar los recursos suficientes para la culminación de las obras de reconstrucción de infraestructura, por afectaciones provocadas por desastres naturales. Pues de no es justo que el gobierno federal con ese grado de falta de sensibilidad se desatienda de esta situación y abandone obras, poblaciones y entidades enteros.

Sin duda alguna, es apremiante que las autoridades trabajemos en favor de regresar aquellos programas que funcionaban y generaban beneficios tangibles para las y los mexicanos, particularmente en los momentos más difíciles. Ello sin perder de vista, la ineludible oportunidad de perfeccionar su operación y funcionamiento.

*Senador de la República

@manuelanorve