/ lunes 15 de noviembre de 2021

Affidamento

Creo que la diputada de Morena, Marisol Gasé, al sacar la pancarta para intentar descalificar a la diputada perredista Olga Luz Espinoza, ojo, omito llamar homóloga, no escupió para arriba, arrojó el pañal con “manchas excrementicias” y le cayó en la cara revelando su grosería, su falta de sororidad, educación, congruencia, su historia y la falta de affidamento.

Marisol Gasé decía sentir “honor” para legislar para las mujeres, niñas y artistas, en la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados en el año 2021, aunque no se conozca que hizo y aún más para ser reelecta.

Ese “honor” la llevó a ser la imagen y vocera de la campaña # VámonosRespetando contra la violencia de género, que coordinó Gerardo Cándano y en el que participaron la propia Conavim, Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las mujeres, como otras organizaciones civiles en el que también participó como artista al lado de reconocidas artistas como Aracely Arámbula, y periodistas como Paola Rojas.

Pero mostró de qué está hecha y qué le falta. No cuestionó a la legisladora Olga Luz Espinoza con argumentos, no escuchó con respeto la posición que enarbolaba, sino que buscó descalificar a priori a la persona y lo hizo con lo que tiene, con grosería y falta de respeto lo que nos lleva a considerar su falta de sororidad y affidamento.

En la historia de los Congresos los legisladores varones impulsaban la respuesta a una mujer diputada con otra mujer de su fracción, lo hacían para que no quedara en el ámbito del terreno de la discusión legislativa el tema que abordaban, sino en el ámbito de asunto de mujeres y por lo tanto, irrelevantes. Parece que así sigue viéndose.

Cuando digo que no señalo a la diputada Olga como “homóloga” de la diputada Marisol es porque esta última evidencia que no es lo mismo encabezar una lucha de igualdad sin que esté construida como tal, mientras la legisladora ofendida, y con ello a más mujeres , mostró respeto en su respuesta y respeto a su investidura, es decir, altura.

Dos mujeres que representan la lucha de las mujeres y han buscado su empoderamiento y autoconstrucción son Marcela Lagarde y Sara Lovera.

Marcela Lagarde nos habla de la sororidad "de la hermandad entre mujeres" de la que dice "es percibirnos como iguales que podemos aliarnos, compartir y, sobre todo, cambiar nuestra realidad."

La Activista y Periodista Sara Lovera pide a las mujeres “hay que affidarnos”.

Aunque ambas expresiones parecen fáciles de asumir, mujeres que están en el poder y que debieran ser ejemplo de ese apoyo tan necesario y urgente para avanzar y consolidar nos muestran que aún están lejos de creerlo así. Ojalá venga la disculpa pública de la que se ha ganado el calificativo público de #LadyCulera, y nos muestre que podemos equivocarnos, pero que también podemos avanzar.

Creo que la diputada de Morena, Marisol Gasé, al sacar la pancarta para intentar descalificar a la diputada perredista Olga Luz Espinoza, ojo, omito llamar homóloga, no escupió para arriba, arrojó el pañal con “manchas excrementicias” y le cayó en la cara revelando su grosería, su falta de sororidad, educación, congruencia, su historia y la falta de affidamento.

Marisol Gasé decía sentir “honor” para legislar para las mujeres, niñas y artistas, en la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados en el año 2021, aunque no se conozca que hizo y aún más para ser reelecta.

Ese “honor” la llevó a ser la imagen y vocera de la campaña # VámonosRespetando contra la violencia de género, que coordinó Gerardo Cándano y en el que participaron la propia Conavim, Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las mujeres, como otras organizaciones civiles en el que también participó como artista al lado de reconocidas artistas como Aracely Arámbula, y periodistas como Paola Rojas.

Pero mostró de qué está hecha y qué le falta. No cuestionó a la legisladora Olga Luz Espinoza con argumentos, no escuchó con respeto la posición que enarbolaba, sino que buscó descalificar a priori a la persona y lo hizo con lo que tiene, con grosería y falta de respeto lo que nos lleva a considerar su falta de sororidad y affidamento.

En la historia de los Congresos los legisladores varones impulsaban la respuesta a una mujer diputada con otra mujer de su fracción, lo hacían para que no quedara en el ámbito del terreno de la discusión legislativa el tema que abordaban, sino en el ámbito de asunto de mujeres y por lo tanto, irrelevantes. Parece que así sigue viéndose.

Cuando digo que no señalo a la diputada Olga como “homóloga” de la diputada Marisol es porque esta última evidencia que no es lo mismo encabezar una lucha de igualdad sin que esté construida como tal, mientras la legisladora ofendida, y con ello a más mujeres , mostró respeto en su respuesta y respeto a su investidura, es decir, altura.

Dos mujeres que representan la lucha de las mujeres y han buscado su empoderamiento y autoconstrucción son Marcela Lagarde y Sara Lovera.

Marcela Lagarde nos habla de la sororidad "de la hermandad entre mujeres" de la que dice "es percibirnos como iguales que podemos aliarnos, compartir y, sobre todo, cambiar nuestra realidad."

La Activista y Periodista Sara Lovera pide a las mujeres “hay que affidarnos”.

Aunque ambas expresiones parecen fáciles de asumir, mujeres que están en el poder y que debieran ser ejemplo de ese apoyo tan necesario y urgente para avanzar y consolidar nos muestran que aún están lejos de creerlo así. Ojalá venga la disculpa pública de la que se ha ganado el calificativo público de #LadyCulera, y nos muestre que podemos equivocarnos, pero que también podemos avanzar.