/ viernes 26 de marzo de 2021

Acapulco hacia la quinta alternancia

En este municipio la llamada cuarta transformación quedó en la simple cuarta vez que los electores cambiaron de partido y al expresar en la encuesta de Morena su rechazo a la reelección de Adela Román Ocampo se va perfilando hacia una quinta alternancia.

Acapulco no es un municipio donde valgan los triunfalismos. En los últimos 12 años lleva cuatro alternancias al hilo en su Ayuntamiento. Ningún partido ha repetido como tal en el poder municipal.

El 31 de diciembre de 2008, Félix Salgado Macedonio, en ese entonces perredista, le entregó la alcaldía al priista Manuel Añorve Baños. Por cierto, la última ocasión que un presidente municipal entró en funciones a primera hora del primer día de enero.

A partir del siguiente lo harían el 1 de octubre. El que siguió fue Luis Walton Aburto de Movimiento Ciudadano, quien en 2012 llegó en alianza con el PRD y el PT, gracias al empuje de Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial.

En 2015 la gente volvió a votar por un perredista, Evodio Velázquez Aguirre, en alianza con el PT.

En 2018 el efecto Andrés Manuel López Obrador fue aplastante y gracias a éste Morena colocó en la alcaldía a Adela Román Ocampo en lo que es la cuarta alternancia.

El primer aviso para Morena es la encuesta aplicada para seleccionar a quien el próximo 6 de junio competirá con sus siglas por retener el municipio más grande y con mayor presupuesto del estado.

Los acapulqueños encuestados prefirieron a la diputada federal Abelina López Rodríguez, por encima de la actual alcaldesa Adela Román Ocampo. No están contentos con su desempeño.

Si bien en Acapulco fue donde más se sintió el efecto Obrador en la pasada elección de 2018 -en que la mayor parte de los municipios no fue tan fuerte en lo que corresponde a las autoridades locales- la elección de 2021 es intermedia.

El factor común en las cuatro alternancias ha sido el hartazgo, principalmente por la falta de agua potable y los servicios públicos que reciben los acapulqueños. La actual alcaldesa no ha hecho sino simular al respecto, como fue aquel viaje a los Emiratos Árabes para traer agua del desierto que por supuesto, jamás llegó.

Y me refiero a ella porque es quien ahora habrá de entregar la administración de Acapulco a quien gane el proceso electoral.

Los acapulqueños han aprendido a cambiar de partido en el poder sin miramientos al ejercer su voto. Así la presidencia municipal ha cambiado de siglas por cuatro periodos consecutivos, y dicen por ahí que no hay quinto malo.

EL TON Y EL SON

Ricardo Taja aparece y confirma que se va a registrar como aspirante a la candidatura del PRI el próximo sábado para competir con el perredista Víctor Aguirre Alcaide por la de la alianza con el PRD.

Desde el inicio de la campaña de Mario Moreno Arcos como candidato a gobernador de Guerrero no se le ha visto. Víctor Aguirre ha aprovechado la cancha vacía y ha dado un acompañamiento permanente al abanderado de la alianza, arropándolo con la militancia perredista en diferentes actos realizados en colonias populares del puerto.

En política espacio que se desocupa, se ocupa. Cuidado con los excesos de confianza.

Mientras tanto el priismo acapulqueño, particularmente el agrupado en torno al senador Manuel Añorve Baños refrendó su apoyo a Mario Moreno en un homenaje a Luis Donaldo Colosio, acto en el que estuvieron varios candidatos a diputados, como son Rosaura Rodríguez Carrillo y Jaime Colón, quienes van por los distritos 8 y 9 federal, así como el candidato a diputado local por el distrito 7 Ricardo Astudillo Calvo y el candidato a diputado plurinominal César Landín Pineda.

#Revolcadero

DIRIGENTES de los partidos políticos se adjudican las plurinominales. La excepción a la regla no escrita son Alberto Catalán Bastida del PRD, Alejandro Carabias Icaza del Verde, y Marco Antonio Santiago del PES.

AUNQUE más allá de la tradición de ponerse ellos, sus líderes (in) morales o sus esposas en el caso de los pequeños partidos, en los que son competitivos hay razones de peso político.

¿EJEMPLO? El PRI. Poner a Héctor Apreza como dirigente estatal y a su vez en primer lugar de prelación le asegura una conducción a la próxima bancada priista en la próxima Legislatura. Algunas pluris son por personal conveniencia pero otras por estrategia.

En este municipio la llamada cuarta transformación quedó en la simple cuarta vez que los electores cambiaron de partido y al expresar en la encuesta de Morena su rechazo a la reelección de Adela Román Ocampo se va perfilando hacia una quinta alternancia.

Acapulco no es un municipio donde valgan los triunfalismos. En los últimos 12 años lleva cuatro alternancias al hilo en su Ayuntamiento. Ningún partido ha repetido como tal en el poder municipal.

El 31 de diciembre de 2008, Félix Salgado Macedonio, en ese entonces perredista, le entregó la alcaldía al priista Manuel Añorve Baños. Por cierto, la última ocasión que un presidente municipal entró en funciones a primera hora del primer día de enero.

A partir del siguiente lo harían el 1 de octubre. El que siguió fue Luis Walton Aburto de Movimiento Ciudadano, quien en 2012 llegó en alianza con el PRD y el PT, gracias al empuje de Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial.

En 2015 la gente volvió a votar por un perredista, Evodio Velázquez Aguirre, en alianza con el PT.

En 2018 el efecto Andrés Manuel López Obrador fue aplastante y gracias a éste Morena colocó en la alcaldía a Adela Román Ocampo en lo que es la cuarta alternancia.

El primer aviso para Morena es la encuesta aplicada para seleccionar a quien el próximo 6 de junio competirá con sus siglas por retener el municipio más grande y con mayor presupuesto del estado.

Los acapulqueños encuestados prefirieron a la diputada federal Abelina López Rodríguez, por encima de la actual alcaldesa Adela Román Ocampo. No están contentos con su desempeño.

Si bien en Acapulco fue donde más se sintió el efecto Obrador en la pasada elección de 2018 -en que la mayor parte de los municipios no fue tan fuerte en lo que corresponde a las autoridades locales- la elección de 2021 es intermedia.

El factor común en las cuatro alternancias ha sido el hartazgo, principalmente por la falta de agua potable y los servicios públicos que reciben los acapulqueños. La actual alcaldesa no ha hecho sino simular al respecto, como fue aquel viaje a los Emiratos Árabes para traer agua del desierto que por supuesto, jamás llegó.

Y me refiero a ella porque es quien ahora habrá de entregar la administración de Acapulco a quien gane el proceso electoral.

Los acapulqueños han aprendido a cambiar de partido en el poder sin miramientos al ejercer su voto. Así la presidencia municipal ha cambiado de siglas por cuatro periodos consecutivos, y dicen por ahí que no hay quinto malo.

EL TON Y EL SON

Ricardo Taja aparece y confirma que se va a registrar como aspirante a la candidatura del PRI el próximo sábado para competir con el perredista Víctor Aguirre Alcaide por la de la alianza con el PRD.

Desde el inicio de la campaña de Mario Moreno Arcos como candidato a gobernador de Guerrero no se le ha visto. Víctor Aguirre ha aprovechado la cancha vacía y ha dado un acompañamiento permanente al abanderado de la alianza, arropándolo con la militancia perredista en diferentes actos realizados en colonias populares del puerto.

En política espacio que se desocupa, se ocupa. Cuidado con los excesos de confianza.

Mientras tanto el priismo acapulqueño, particularmente el agrupado en torno al senador Manuel Añorve Baños refrendó su apoyo a Mario Moreno en un homenaje a Luis Donaldo Colosio, acto en el que estuvieron varios candidatos a diputados, como son Rosaura Rodríguez Carrillo y Jaime Colón, quienes van por los distritos 8 y 9 federal, así como el candidato a diputado local por el distrito 7 Ricardo Astudillo Calvo y el candidato a diputado plurinominal César Landín Pineda.

#Revolcadero

DIRIGENTES de los partidos políticos se adjudican las plurinominales. La excepción a la regla no escrita son Alberto Catalán Bastida del PRD, Alejandro Carabias Icaza del Verde, y Marco Antonio Santiago del PES.

AUNQUE más allá de la tradición de ponerse ellos, sus líderes (in) morales o sus esposas en el caso de los pequeños partidos, en los que son competitivos hay razones de peso político.

¿EJEMPLO? El PRI. Poner a Héctor Apreza como dirigente estatal y a su vez en primer lugar de prelación le asegura una conducción a la próxima bancada priista en la próxima Legislatura. Algunas pluris son por personal conveniencia pero otras por estrategia.