/ sábado 25 de septiembre de 2021

Acapulco en alerta sanitaria y sin agua

La Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Guerrero, ante la negligencia del Ayuntamiento para realizar la recolección de la basura, ya declaró la alerta sanitaria y para colmo no hay agua.

Les quiero compartir que nunca cruzó por mi mente que la administración municipal que encabeza la todavía alcaldesa Adela Román Ocampo, dejará hecho un desastre al puerto de Acapulco.

Aunque debo confesar que esto ya se venía venir, cuando la primera edil saliente declaró abiertamente que no había dinero en las arcas municipales para atender la problemática de la ciudad.

Obviamente, que de inmediato me vino a la mente el desenlace de este capítulo de la Cuarta Transformación, porque se trata de un gobierno morenista, que prometió dejar un Acapulco diferente y cumplió, todo está destrozado.

Estamos ante una cruda realidad, que no sólo afecta al medio ambiente sino que pone en riesgo la salud de la población, por la aceleración de la reproducción de la fauna nociva y el riesgo que se presente un brote de enfermedades epidemiológicas.

Lo malo, por donde se le vea, es que podría agravar la pandemia del Covid-19, pues aunque ya se retrocedió a color amarillo, el virus sigue activo y todavía podría provocar una cuarta oleada de contagios.

Es aquí donde no alcanzó a comprender, si no hay recursos y se está en plena contingencia por el Covid-19, las afectaciones del sismo del 7 de septiembre, el desabasto de agua potable y los acumulamientos de basura, ¿por qué se están haciendo nuevas obras?.

Aclaró, no sólo lo digo yo, es una denuncia pública de la ciudadanía, que se hacen la misma pregunta del por qué algunas calles están siendo repavimentadas.

Esto, porque se trata de calles que todavía están en buen estado y no requieren ser rehabilitadas, aunque debo admitir, que son pequeños tramos, pero es ahí donde viene la pregunta si no era mejor que este dinero se usará en la recolección de la basura o para restablecer el suministro de agua potable.

¿O usted qué opina querido lector?

La Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Guerrero, ante la negligencia del Ayuntamiento para realizar la recolección de la basura, ya declaró la alerta sanitaria y para colmo no hay agua.

Les quiero compartir que nunca cruzó por mi mente que la administración municipal que encabeza la todavía alcaldesa Adela Román Ocampo, dejará hecho un desastre al puerto de Acapulco.

Aunque debo confesar que esto ya se venía venir, cuando la primera edil saliente declaró abiertamente que no había dinero en las arcas municipales para atender la problemática de la ciudad.

Obviamente, que de inmediato me vino a la mente el desenlace de este capítulo de la Cuarta Transformación, porque se trata de un gobierno morenista, que prometió dejar un Acapulco diferente y cumplió, todo está destrozado.

Estamos ante una cruda realidad, que no sólo afecta al medio ambiente sino que pone en riesgo la salud de la población, por la aceleración de la reproducción de la fauna nociva y el riesgo que se presente un brote de enfermedades epidemiológicas.

Lo malo, por donde se le vea, es que podría agravar la pandemia del Covid-19, pues aunque ya se retrocedió a color amarillo, el virus sigue activo y todavía podría provocar una cuarta oleada de contagios.

Es aquí donde no alcanzó a comprender, si no hay recursos y se está en plena contingencia por el Covid-19, las afectaciones del sismo del 7 de septiembre, el desabasto de agua potable y los acumulamientos de basura, ¿por qué se están haciendo nuevas obras?.

Aclaró, no sólo lo digo yo, es una denuncia pública de la ciudadanía, que se hacen la misma pregunta del por qué algunas calles están siendo repavimentadas.

Esto, porque se trata de calles que todavía están en buen estado y no requieren ser rehabilitadas, aunque debo admitir, que son pequeños tramos, pero es ahí donde viene la pregunta si no era mejor que este dinero se usará en la recolección de la basura o para restablecer el suministro de agua potable.

¿O usted qué opina querido lector?