/ miércoles 15 de septiembre de 2021

¿A qué Acapulco se refirió Adela Román Ocampo en su tercer informe?

Aún no comprendo a qué Acapulco retrató en su tercer informe la presidenta municipal Adela Roman Ocampo , porque el que heredará dista mucho del que presumió , pues el de nuestra realidad está hundido en la basura, el desabasto de agua y una espiral de violencia.

Con incredulidad digerí los supuestos logros del gobierno morenista en materia de seguridad, salud, obra pública y el rescate de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Agua.

Curiosamente son los rubros que más generó el descontento social , o quizás la alcaldesa ya borró de su memoria los bloqueos de calles, las protestas en el ayuntamiento por vecinos de colonias que reclaman el suministro de agua potable.

Aunque dibujó otra escenografía en su tercer informe, en realidad salpican en sus "logros" que el desabasto del vital líquido siga , contraviniendo su discurso y que se resista a admitir que se trata de uno más de los pendientes que va a heredar.

Otra de las sandeces que dijo, fue lo de la seguridad, que de plano pareciera que gobierna en otra ciudad, pues Acapulco sigue padeciendo este cáncer social y no se ve por donde.

En suma, la alcaldesa no está en sintonía con su presente, quizás porque ella sí está blindada, pues cuenta con un dispositivo de seguridad que la acompaña a todos lados.

Pero aún más, me quedé de una pieza cuando aseguró que cumplió con la obra pública y no capto a comprender a qué se refirió, toda vez que las calles del puerto están destrozadas y algunas se han convertido en trampas mortales, por los baches y porque no cuentan con las tapaderas del drenaje.

Esperé que mencionara las denuncias que se hicieron en contra del secretario general del Ayuntamiento , Ernesto Manzano Rodríguez, y su sobrino Víctor Román Román, por el ex contralor Francisco Torres Valdez, pero ni una línea le dedicó.

Creó que hubiera sido ético y valido moralmente que aceptará sus yerros, pero hizo todo lo contrario, acusó a sus enemigos de tratar que su gobierno no avanzará, pero festejó que no lo lograron.

En suma, todo fue color de rosa, para la presidenta municipal Adela Roman Ocampo, gobernó bien, a pesar del desafío por la pandemia del Covid-19, que le provocó la caída de los ingresos y aseguró que no les falló a los acapulqueños, aunque un sector un importante les sembró el descontento social por el incumplimiento de sus promesas de campaña.

¿O usted que opina querido lector?

Aún no comprendo a qué Acapulco retrató en su tercer informe la presidenta municipal Adela Roman Ocampo , porque el que heredará dista mucho del que presumió , pues el de nuestra realidad está hundido en la basura, el desabasto de agua y una espiral de violencia.

Con incredulidad digerí los supuestos logros del gobierno morenista en materia de seguridad, salud, obra pública y el rescate de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Agua.

Curiosamente son los rubros que más generó el descontento social , o quizás la alcaldesa ya borró de su memoria los bloqueos de calles, las protestas en el ayuntamiento por vecinos de colonias que reclaman el suministro de agua potable.

Aunque dibujó otra escenografía en su tercer informe, en realidad salpican en sus "logros" que el desabasto del vital líquido siga , contraviniendo su discurso y que se resista a admitir que se trata de uno más de los pendientes que va a heredar.

Otra de las sandeces que dijo, fue lo de la seguridad, que de plano pareciera que gobierna en otra ciudad, pues Acapulco sigue padeciendo este cáncer social y no se ve por donde.

En suma, la alcaldesa no está en sintonía con su presente, quizás porque ella sí está blindada, pues cuenta con un dispositivo de seguridad que la acompaña a todos lados.

Pero aún más, me quedé de una pieza cuando aseguró que cumplió con la obra pública y no capto a comprender a qué se refirió, toda vez que las calles del puerto están destrozadas y algunas se han convertido en trampas mortales, por los baches y porque no cuentan con las tapaderas del drenaje.

Esperé que mencionara las denuncias que se hicieron en contra del secretario general del Ayuntamiento , Ernesto Manzano Rodríguez, y su sobrino Víctor Román Román, por el ex contralor Francisco Torres Valdez, pero ni una línea le dedicó.

Creó que hubiera sido ético y valido moralmente que aceptará sus yerros, pero hizo todo lo contrario, acusó a sus enemigos de tratar que su gobierno no avanzará, pero festejó que no lo lograron.

En suma, todo fue color de rosa, para la presidenta municipal Adela Roman Ocampo, gobernó bien, a pesar del desafío por la pandemia del Covid-19, que le provocó la caída de los ingresos y aseguró que no les falló a los acapulqueños, aunque un sector un importante les sembró el descontento social por el incumplimiento de sus promesas de campaña.

¿O usted que opina querido lector?